Elaboro un lote de regalos para mi prima Laia, con motivo de su cumpleaños. En el caótico pack incluyo todo tipo de objetos, algunos usados y totalmente impropios, como botellas abiertas de cava o de wisky. Entrego el presente y mi prima salta de alegría, mientras mi tía frunce el ceño. Poco después aparece mi abuela difunta por allí, como si nada, probando y observando los regalos con media sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario