Recibo una carta del ejército. Debo hacer el servicio militar durante unos meses. Me llamarán un día determinado para darme más detalles.
Me asaltan algunas dudas: ¿deberé ir en misión a lugares como Afganistán? ¿Mi vida correrá peligro? Por otra parte, la formación militar afectará mi turno de noche en la radio. Pese a todo, la idea de hacer la mili, de forma inesperada y fuera de tiempo, no me asusta excesivamente: lo espero con naturalidad, como una experiencia adulta más.
Llega el día convenido y no llaman. Evito ponerme en contacto con ellos; cuando quieran ya me convocarán.
Me asaltan algunas dudas: ¿deberé ir en misión a lugares como Afganistán? ¿Mi vida correrá peligro? Por otra parte, la formación militar afectará mi turno de noche en la radio. Pese a todo, la idea de hacer la mili, de forma inesperada y fuera de tiempo, no me asusta excesivamente: lo espero con naturalidad, como una experiencia adulta más.
Llega el día convenido y no llaman. Evito ponerme en contacto con ellos; cuando quieran ya me convocarán.
1 comentario:
Osti, la mili...!
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