lunes, 31 de mayo de 2010

Perro duplicado artificialmente (29-30 mayo 2010)


Voy a Ordal, el pueblo de mis abuelos, y muestro una fotografía del perro Estel. Entonces, por un extraño prodigio, la reproducción cobra vida y el animal salta a la vida real. Alguien me advierte que si voy haciendo clonaciones, alteraré el estado natural de las cosas. La idea de resucitar artificialmente a los seres vivos me provoca un cierto desasosiego, la sensación de pérdida del orden y la armonía.


sábado, 29 de mayo de 2010

Los niños deshechos, el desierto de arena en la ciudad, el espejo detector, los ojos de buey en el piso y los cantores infantiles (28-29 mayo 2010)

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1  los niños deshechos. Dos niños quedan abandonados en la entrada de una cueva. Pasan los días y los pequeños se van deformando y reduciendo. Finalmente llega corriendo el adulto que estaba a cargo de ellos. Uno de los niños se ha convertido en un rostro plano y gelatinoso, como un huevo frito de perfiles cuadrados: al levantarlo, casi se le cae el ojo, cual yema. Y el otro niño se ha convertido en un pequeño dedo de carne, parecido a una salchicha. Contemplo la escena con gran pena y emoción, compadecido por los pobres niños. 

2  desierto de arena en la ciudad.  Laura y yo viajamos a la capital de un gran país fuera de Europa, quizá Rusia o algún otro lugar eslavo. Visitamos la ciudad hasta la noche, cuando Laura se ausenta para hacer unos recados. Aprovecho para coger una bicicleta y recorrer los rincones de la urbe. Voy atravesando calles y barrios, y he aquí que desubro un desierto de arena casi oculto en el interior de la ciudad. Se trata de una gran extensión de arena, presidida por un enorme collado rocoso, que todavía impone más bajo la oscuridad de la noche. Desciendo con la bicicleta por una pendiente muy empinada y constato que es muy fácil circular sobre aquella arena tan fina. Otros dos ciclistas que merdodean por la zona lo comparan con los parajes nevados, donde, según comentan, también se puede circular muy bien (?). 

3  espejo detector de Freeman y Justo apresurado.  Proseguimos nuestro viaje y llegamos a un piso con las puertas abiertas. Llevado por la curiosidad, entro en una misteriosa habitación y veo un pequeño espejo con un marco electrónico. En estas llega por detrás mi antiguo compañero del instituto a quien lamábamos Freeman. Me sorprendo al verlo allí, pero él, con extraña serenidad, asegura que ya sabía de mi presencia. "¿Cómo lo sabías?", le pregunto. "Porque el marco electrónico te ha detectado", responde él. En efecto, el espejo donde me había mirado es una suerte de detector de identidad. Me fijo en que Freeman lleva una especie de pequeña prótesis metálica en la zona de la nuez del cuello. 

Justo B. con prisas.  Muy cerca de aquel piso también encontramos a Justo B., amigo de la familia, que anda sonriente y apresurado. Le pedimos su número de teléfono móvil y nos lo da muy rápido; enseguida se va sin darnos más explicaciones. Laura y yo continuamos unos días más de viaje, y me pregunto si mis padres me estarán echando en falta.

4  miríada de ojos de buey.  Un operario está colocando las luces en el piso donde me voy a mudar con Laura. El electricista ha agujereado el techo y se ha colocado arriba, en una especie de desván por encima del techo, de modo que queda oculto durante sus tareas. En el techo hay muchísimos pequeños agujeros dispuestos de forma rectilínea, donde se instalarán ojos de buey: me satisface pensar que habrá mucha luz. Espero durante horas en el piso mientras trabaja el electricista. Al anochecer contemplo el comedor en penumbra y lo comparo con el de mi casa; los elementos están dispuestos de modo diferente, pero con todo ya me voy acostumbrando al nuevo piso. 

5  voces blancas junto a casa.  Laura y yo nos dirigimos a mi calle y, en la esquina de la calle Jaume Primer, en plena feria navideña (quizá la de la Puríssima) vemos un coro de niños que cantan algo parecido a villancicos o canciones tradicionales, con afiladas voces agudas. Aun siendo un poco relamido, el espectáculo me entretiene, ya que rompe la monotonía de mi barrio.

jueves, 27 de mayo de 2010

El avión inestable y la concurrencia de amigos


Laura yo andamos por las pistas de un aeropuerto y vemos un avión que despega con gran inestabilidad. La cola del aparato, muy prominente, tiembla peligrosamente, y parece que se vaya a desgajar. Después el avión vuelve a aterrizar, pero no sufre ningún accidente. Nos acercamos. Abren las puertas y vemos a una serie de operarios a bordo del avión, sentados desordenadamente en varios asientos, con aspecto distraído y rutinario. Parece que sólo yo he percibido la sensación de extremo peligro, como en otros sueños similares.

Paseo por una zona al aire libre (una especie de feria o muestrario al aire libre) y encuentro a mis amigos de la universidad Jesús y Judith. Por un lateral llega también Agustín, y después de todos ellos coincido también con mis amigos de Sant Boi, entre ellos Jose y Javi. Voy buscando entre toda la gente a Laura, pero no la encuentro. Siento una cierta confusión, no sé como manejarme entre tantas personas conocidas.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Mi hermano duplicado (25-26 mayo 2010)


Descubrimos que mi hermano Ismael está duplicado. Por una parte esta el auténtico Ismael, de 29 años y de aspecto serio, y por otra su alter ego infantil, un Ismael travieso y avispado de 12 años de edad. El fenómeno me parece extraño y fascinante. Lo he soñado tras ver un vídeo de 1992, donde veraneábamos en Úbeda (Jaén).


No puedo asistir a la boda de mi tía (24-25 mayo 2010)


Mi tía Lourdes se casa en el jardín de la finca que está junto a nuestra casa. Sin pensar en las fechas, había olvidado completamente pedir fiesta en el trabajo para asistir al evento. Se lo explico contrariado a mi madre, y ella frunce el ceño; me siento culpable.

viernes, 14 de mayo de 2010

Confusión de ciudades en Gijón, Reus, Zaragoza y Orvieto (13-14 mayo 2010)


Estoy de viaje por varias ciudades, junto a Laura y mis amigos. Visitamos una urbe mediana, con una iglesia que luce un esbelto campanario de piedra.  Me acerco y veo que la iglesia está superpuesta a otra, más grande. Subimos a un lugar elevado para obtener vistas y contemplamos a nuestros pies una cuadrícula de campos de colores junto al trazado urbano. El cielo está nuboso. Por alguna razón, doy por hecho que nos encontramos en Gijón, pero luego me aclaran que se trata de Reus.

Ya atardece cuando bajamos por una calle con escalones descendentes. Mirando al final, se divisa el Pabellón Puente de Zaha Hadid de Zaragoza, cuya foto y descripción he visto hace poco en un libro sobre arquitectura ('Arquitectura milagrosa' de Llàtzer Moix). Observo atentamente la imagen lejana del puente, que me fascina por sus formas orgánicas y modernas, a la vez que me parece extraña y excesiva.

Al bajar llego a una zona comercial y me cruzo con una mujer, con aspecto de cajera o trabajadora de estación de servicio, que lleva en su polo verde de uniforme un emblema con el nombre de "Orvieto", la ciudad del norte de Italia.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Nos mudamos a un piso caótico (10-11 mayo 2010)


Laura y yo nos mudamos a un piso caótico. Tiene poco espacio está lleno de gente y no encontramos intimidad. Tampoco logramos identificar quién es el propietario o el dueño, quién está al mando, con quién debemos hablar. Empezamos a amueblar el piso, y veo que el comedor queda francamente estrecho. Además, debemos compartirlo con otras personas, como si estuviéramos realquilados.

lunes, 10 de mayo de 2010

Sombras en la habitación, diminutos en la mesa y el chorro de agua sobre mi cara


Varios sueños cortos, muy rápidos y nerviosos, mientras estoy conciliando el sueño.

Sueño que al levantar la vista de las sábanas veo un personaje siniestro, en forma de sombra negra, entrando por la puerta o acechando a mi izquierda. Tiene una textura como de humo, y, conociéndole ya de otras veces, intento mirarle de frente para disipar mi propio temor.

2  Me hago diminuto y voy a parar a la mesa de mi habitación, llena de papeles, libros y objetos desordenados. Entre toda esta maraña, de repente gigantesca para mí, debo encontrar a Laura. Voy sorteando obstáculos pero no consigo verla.

3  Sueño al fin que, estando en la cama y a oscuras, me llega a la cara un chorro de agua, como si hubiera una fuente o una fuga en el techo o en la pared. La sensación es muy verosímil.

sábado, 8 de mayo de 2010

Excursión a la montaña interrumpida (6-7 mayo 2010)


Me voy de excursión a la montaña, bastante lejos y durante unas dos o tres semanas, junto a algunos de mis amigos, como Pablo y Javi. Cuando llega el fin de semana regreso a casa para atender algunas necesidades y después me incorporo otra vez al viaje.

lunes, 3 de mayo de 2010

Laberinto de escaleras, niños con cristales en la cara y mi madre llorando (2-3 mayo 2010)


perdidos en las escaleras.  Vamos andando por un laberinto de escaleras donde, a cada paso, se abre un camino diferente, nos sorprende una puerta o aparecen unos peldaños hacia abajo, como si trepásemos por una arquitectura imposible del dibujante Escher (parecidas a las que vi el día anterior en un capítulo de 'La Pantera Rosa'. Primero voy por delante, pero luego me asusto y dejo pasar a otros, incluso a señoras mayores. Angustiados, llegamos al sótano, donde se extiende una lujosa sala de torturas. Allí nos esperan mis tíos J. y D., preparados para meternos en una especie de cavidad u horno sin fuego. Aguardo ansioso mi hora, sin saber lo que ocurrirá...

niños con cristales en la cara. ...Entonces lanzo una piedra contra los cristales de la estancia, para comprobar si se puede huir. Los vitrales se rompen y me envalentono, pero entonces salen a mi encuentro unos niños llorosos. Los pequeños han intentado salir por los ventanales, pero una fuerza malvada se lo ha impedido y los veo con la cara llena de pequeños cristales. Me consternan profundamente y sollozo por ellos.

Mi madre llora desconsoladamente pensando en el pasado y en el paso del tiempo. Intento hablar con ella.

domingo, 2 de mayo de 2010

El avión recala en el bosque (1-2 mayo 2010)


Laura y yo viajamos en avión de Madrid a Barcelona. Una azafata algo nerviosa se encarga de pilotar el aparato, sentada frente a nosotros, como si se tratase de una furgoneta o un autobús. No comprendo la situación, y me pregunto si dentro de la cabina también habrá el consabido piloto. El avión despega y siento un subidón de vértigo, aunque enseguida intento controlarme. Al poco rato, se produce un pequeño incidente y debemos hacer una parada técnica. El avión va bajando y ralentizando su marcha, hasta llegar, casi a ras de tierra, a una zona rocosa con campos, bosques frondosos y pequeños pueblos rústicos. 

- Debe ser la provincia de Soria -comento a Laura. Aunque más tarde convenimos que será Guadalajara, por situarse muy cerca de Madrid. El paisaje es hermoso y bucólico, dan ganas de quedarse en él.