viernes, 30 de enero de 2009

Amaraje en Perú y las Torres Mapfre (29-30 enero 2009)


1 Dspués de un viaje, vuelvo a casa en avión con Laura. De repente el aparato empieza a sufrir turbulencias y una voz nos indica que nos posaremos en el agua. Efectivamente, el avión impacta sobre una especie de mar o lago y se levanta un tremendo salpicón. Tras comprobar que estamos bien me cercioro de que la cámara de fotos no se ha estropeado. Las imágenes siguien ahí, aunque las letras aparecen perfiladas en gris. Salimos del avión siniestrado y vemos un poblado blanco y tranquilo. Pregunto al piloto dónde estamos y me responde que en Perú. No lo puedo creer.

2 Subo a una de las torres Mapfre de Barcelona para contemplar la vista desde lo más alto. Cojo el ascensor y voy entrando y saliendo de la cabina, para disimular ante los vecinos del edificio. Cada vez produce más vértigo asomarse, porque el ascensor está prácticamente al aire libre, con un peligroso mirador.

jueves, 29 de enero de 2009

En coche por Montserrat y la grabadora (28-29 enero 2009)


1 Voy en coche con mi amigo José Luis (Sose) y decidimos adentrarnos en el macizo de Montserrat. Entonces él se encarama a las cimas escarpadas y empieza a recorrerlas con el coche, arriba y abajo, en una peligrosísima carrera sobre los precipicios. Me asusto tanto que decido bajar del coche. Vuelvo a casa en un santiamén, pero, a la hora de regresar a Montserrat el camino parece mucho más largo y ya no doy con él.

2 Es de noche. Estoy delante de la iglesia de Sant Baldiri, en Sant Boi, donde hay una escalinata cubierta de obras y andamios. Entonces encuentro en el suelo una grabadora. El aparato, que funciona con cassettes, es muy delgado, luce unos bordes azules y pequeñas fichas escritas. Intrigado, decido llevármela. Al rato descubro que voy descalzo, y medito si volver a casa así o buscar mi calzado perdido.

miércoles, 28 de enero de 2009

La página acuosa, Florencia desde el aire y el gato agarrado (27-28 enero 2009)


1
Descubro que una compañera del trabajo, en COMRàdio, Anna S. A., es una gran novelista. Cae en mis manos uno de sus libros: es una novela bastante extensa, sobre amores y desamores familiares, y con un bello título que no consigo recordar. Leo una página al azar y descubro algo insólito. En aquel pasaje, la mujer protagonista se ve acorralada porque cuestionan algo relativo a su maternidad.

Entonces el libro muestra unos preciosos efectos visuales: bajo un plastificado aparecen unas floraciones de agua real, que van inundando la página como símbolo de la tristeza y el desmoronamiento íntimo. Palpo la página lleno de curiosidad, intrigado por saber cómo la película de agua puede discurrir bajo la página.

2
Se me presentan unas grandiosas vistas aéreas de Florencia, como filmadas desde un helicóptero en movimiento. La ciudad aparece extensísima y absolutamente trufada de palacios e iglesias. En un extremo de la urbe está el famoso Duomo y en el otro, una segunda catedral, algo parecida, con dos esbeltos campanarios de mármol blanco. También hay palacios de aspecto gótico o neogótico, con apuntadas agujas, techos policromados y retahílas de ventanas. Finalmente distingo, al fondo a la izquierda, una catedral gótica de torres cuadradas, parecida a Notre Dame de París.

3 Paso por un lugar donde hay gatos y, de repente, uno de ellos se agarra a mi pie. Intento soltármelo, pero no hay manera: el felino está enganchado a mí con una fuerza extraña y me punza con algún objeto afilado. Finalmente, con gran esfuerzo, consigo liberarme de él y examino mi herida. Pregunto a mi hermano Lluís qué es lo que me estaba clavando el gato; el responde que era un pequeño clavo, pero la idea me asusta y lo niego rotundamente.

viernes, 23 de enero de 2009

En la biblioteca (22-23 enero 2009)


Sueño lúcido. Estoy con Laura en una biblioteca y empiezo a coger libros, sabiendo que estoy soñando, para ver si puedo descifrar de alguna manera los títulos. Las letras de las portades son algo legibles, pero van fluctuando y transformándose, como un espejismo.

sábado, 17 de enero de 2009

Cabeza dormida (16-17 enero 2009)


Estoy consciente y quiero despertar, pero no puedo; sufro una de mis habituales parálisis. Entonces produzco un falso despertar, esta vez peculiar. Sueño que me levanto de la cama, aún con la cabeza adormecida, inerte. Salgo de la habitación, voy caminando, pero me doy cuenta que sólo es un sueño. Algo más tarde, como fortuitamente, despierto en la realidad.

domingo, 4 de enero de 2009

Nostalgia del verano (3-4 enero 2009)


1 Voy en metro o en tranvía, y el convoy se salta mi parada de Les Corts, en Barcelona. Contrariado me bajo, con mi mochila a cuestas, e intento llegar al trabajo a pie. Por el camino paso por una plaza llena de gente, donde están haciendo juegos al aire libre, y siento un irrefrenable deseo de que sea verano, para poder disfrutar y relajarme.

2 Me dirijo caminando a una finca rural, donde viven mis jefes, llamados algo así como los Robinson. En el trayecto encuentro a Mercè B., una compañera del trabajo, y le pido que me indique el camino. Lo hago en forma de parodia, como si fuera una película del oeste: "Señorita, ¿sabría usted dónde encontrar el rancho de los Robinson?". Incluso imito el paso de las bolas de pelusa en la llanura. Mercè ríe.