martes, 22 de noviembre de 2011

Entrevistas improvisadas en inglés (mediados noviembre 2011)


Varios sueños, en noches diferentes, en los que hago breves entrevistas chapurreadas en inglés.

1 con merkel En uno de ellos, coincido con la canciller alemana Angela Merkel, y me entusiasma poder hacerle una entrevista con calma. Tomo un cuaderno e, improvisadamente, le hago algunas preguntas en inglés. Le pido la opinión, por ejemplo, sobre su fama de 'dama de hierro' europea, al modo de Margaret Thatcher. Ella parece algo indiferente o extrañada por las preguntas.

con jóvenes sobre crepúsculo En otro de los sueños, entrevisto improvisadamente a un grupo de jóvenes actores. Les pregunto en este caso sobre la nueva entrega de 'Crepúsculo', la saga de cine vampírica. Mientras tanto veo algo caer del cielo; temo que sea una señal apocalíptica, pero enseguida me percato que se trata de un objeto banal que estaba en un tejado.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Viaje solitario a Marrakech, Lleida y las viñas (13-14 noviembre 2011)


Viaje solitario. Emprendo un periplo melancólico por distintas ciudades y países, para distanciarme de mi casa y mi familia. Me entristece verme solo, me pregunto si me echarán de menos. Paso por Marrakech, para volver a ver la ciudad que ya visité (en la vida real). Más tarde paseo por una zona de montaña y cultivos, donde se divisa la silueta majestuosa de la Seu Vella de Lleida. Para tomar la foto de la mejor manera atravieso un campo de viñas, no sin cierto temor a ser descubierto. Mientras tomo las instantáneas llegan unas personas. Me sobresalto. Solo son unos jóvenes actores de la obra navideña de los 'Pastorets' (que estamos ensayando en la vida real).


viernes, 11 de noviembre de 2011

Se estrella un cohete (10-11 noviembre 2011)


Estoy en un local de Viladecans con mis amigos celebrando una gran fiesta, parecida a un banquete de bodas. La fiesta está apagada: la gente parece cansada y algo hastiada. También yo. Para airearme un poco salgo afuera. Me acomodo en un portal con vistas a toda el área urbana del Llobregat. De repente veo algo extraño en el cielo: una especie de avión o proyectil se está precipitando hacia tierra, dibujando una larga estela vertical. Finalmente el proyectil impacta en lo que parece un gran estruendo, visto de lejos, con una incipiente nube de humo. Observo el lugar para saber dónde se ha producido el misterioso accidente; creo que debe ser en Cornellà. La secuencia parece una señal apocalíptica y me inquieta.

Salvo a un bebé abandonado y pierdo una maleta en la ciudad (mediados noviembre 2011)


1 rescato a un bebé parlanchín Estoy en un centro comercial. De repente oigo un suave llanto o murmullo. Miro hacia un lado y otro hasta que veo un bebé abandonado, colgado entre unos hierros en la fachada exterior del edificio. Puedo verle desde dentro, a través de un gran ventanal transparente. Me compadezco profundamente de la criatura y resuelvo cogerlo conmigo para cuidarlo. Empiezo a sacarlo de allí con la ayuda de mi hermano Lluís (el día antes, en la vida real, me había parado frente a un escaparate cerrado del centro comercial Alcampo de Sant Boi, donde maullaba un gato).

Una vez con nosotros, observo que el bebé es un niño más grande, e incluso farfulla frases, hablando con todo el mundo. Es de origen suramericano, y cuenta a todo el mundo su triste historia, desde la procedencia de una familia mísera hasta el abandono que sufrió. La gente lo escucha con incredulidad, hasta que yo mismo termino dudando de sus relatos.

2 pierdo la maleta en barcelona Paseo por el barrio de Gràcia de Barcelona para matar el tiempo antes de una cita a la que debo acudir con mis padres. Entro en un bar argentino con mucho renombre, donde me atienden con gran amabilidad, y pregunto el precio de un helado de limón. Vale más de 30 euros, así que decido irme porque no puedo pagarlo. Más tarde me doy cuenta que me he dejado mi maleta en algún sitio. Empiezo a recorrer las calles y locales donde he estado, hasta que doy con ella con gran alivio. Me voy a casa de mis padres, que afortunadamente aún no se han ido.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El animalillo lila de mi hermano, el niño-perla, la obispa de Barcelona (8-9 noviembre 2011)



1 la mascota lila Mi hermano Lluís compra una pequeña mascota de color lila o violáceo. Parece un escarabajo simpático, una larva o un diminuto mamífero. Le damos de comer y crece con asombrosa rapidez. Me da miedo pisar al animal; estoy inquieto y nervioso, frente a la ingenua alegría de mi hermano, que se pone a dibujar un gran mural con un calendario donde cada fecha corresponde a un nombre de alguien de la familia.

2 el niño-perla Estoy en casa de mis padres, llena en ese momento de niños muy pequeños, de aspecto muy delicado y frágil. Uno de ellos tiene un aspecto insólito: está anclado en el sueño como un mejillón o una perla incrustada en un lecho blanquecino y blando, cual concha extraña o raíces cerosas o gelatinosas.

Ver relato basado en este sueño:
http://relatsencatala.cat/relat/la-meva-perla/1051389

3 mercadillo en la catedral y rueda de prensa de la obispa Frente a la catedral de Barcelona hay un bullicioso mercadillo regentado por inmigrantes (parecido al que vimos frente a la basílica de Saint-Michel de Burdeos). A pesar de la aglomeración, alguien me invita a entrar al templo. Una vez dentro veo a una mujer taciturna de pelo largo que está dando una conferencia o una rueda de prensa: se trata de una madre superiora u obispa, y comparece de paisano, con aire desganado y misterioso, arrellanada en el asiento, en una reducida capilla o estancia que está construida como atrio de la catedral. Los periodistas hacen preguntas incisivas y críticas (pienso que quizá son del colectivo de 'indignados') y toman nota esmeradamente hasta que viene una monja, comunica algo a la superiora y ésta abandona la sala; hay murmullos de queja, mientras abren la puerta y oteo el interior de la catedral, con las paredes pintadas de blanco tras ser restaurada.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Visito un gran estanque con ballenas, cocodrilos, pulpos y caballos (5-6 noviembre 2011)


Sueño muy vivaz y entretenido; al despertar me enoja que todo fuera ficción. 

Viajo con mis abuelos maternos por varios pueblos. Al atardecer llegamos a Cardona. Me molesta que ya haya oscurecido, porque las fotos no lucirán lo suficiente, pero salgo del coche para emprender una vuelta rápida por el pueblo. En el sueño, está lleno de casas pintadas y construido alrededor de un gran lago o estanque. Caminando a la vera de sus aguas, oigo de repente que ofrecen navegar a lomos de ballenas y cocodrilos. Me vuelvo y veo a las propias ballenas y cocodrilos, acercándose a mí mientras vocean la oferta. Al principio me asusto, máxime cuando el cocodrilo abre las fauces como si me quisiera comer la pierna, pero veo enseguida que los animales son amables y humanizados, con un aspecto casi de dibujos animados, además de tener tamaños muy pequeños. Pero desisto de subirme a sus lomos, porque me da miedo; hay algunas risitas por mi confesión.

Sigo andando por la orilla del lago y se forma entonces un corro alrededor de un pulpo blanco, parecido a una sepia o un calamar de apenas un metro de largo. Un compañero de mi trabajo, Enric, lo saca del agua agarrándolo por una especie de tentáculo que tiene en la cabeza y podemos entonces contemplar su cara lánguida, con los párpados y la boca caídos; su expresión, tan seria y amodorrada, provoca la hilaridad. Enric nos  advierte entonces, con gran verborrea, que debe devolver el pulpo al agua, porque aguanta muy poco tiempo fuera de su hábitat. Aprovecho para hacer alguna foto del animal.

Prosiguiendo mi andadura por el estanque, me fijo entonces en unas curiosas marcas en el suelo: toda la orilla está ribeteada por pequeños termómetros de mercurio, como claveteados, con la imagen decorativa de un ciervo o un cabrito. Intento hacerle fotos también, aunque al sacar la cámara veo que la batería de termómetros se ha acabado. 

Después veo pasar rápidamente un caballo: avanza como desbocado con un pequeño carruaje vacío, para una sola persona. Consigo tomarle una instantánea. Y finalmente también veo un gran escaparate de una tienda de ropa: está medio sumergido en las aguas del lago, y protegido por una vitrina. En el escaparate hay dos sillas y varias piezas de ropa expuestas. Pego la cámara al cristal y hago fotografías del insólito conjunto compuesto por el agua, el cristal, los objetos y las plantas.