martes, 1 de diciembre de 2009

Un elefante devora a Ortega Cano (30 noviembre-1 diciembre 2009)


Se celebra una espectáculo circense con elefantes. Dentro de una carpa, con las luces enfocando al escenario, el torero José Ortega Cano intenta lidiar con los paquidermos. De repente, uno de los animales se pone de pie, sacude fuertemente la trompa y atrapa al matador hasta metérselo en las fauces, cual Tiranosaurio en Jurassic Park. El público grita horrorizado. También yo siento pavor, aunque me quedo observando la escena con extraña fascinación. Minutos después, otra persona también se enfrenta al elefante, y acaba igualmente devorada.

Poco después estoy en mi lugar de trabajo, la emisora COMRàdio, y comento lo sucedido. Una compañera, cuya identidad no recuerdo, está consternada porque, al parecer, una de las víctimas era amiga suya. Dejamos la conversación y voy a la planta de abajo con otra compañera, para iniciar mi jornada laboral. El edificio está a oscuras y damos las luces.

ACERCA DE ESTE SUEÑO

Por: Doctor Kieslowsky

En primer lugar quisiera constatar que se repite aquí la pulsión escópica o impulso morboso de contemplar la calamidad ajena, algo de lo que ya di cuenta, como recordará, en octubre de 2008, cuando el onironauta informó de un sueño en el que manejaba los mandos virtualmente para ver cómo se estrellaba un avión. Como en aquella ocasión, el soñador busca aquí la reiteración de la imagen, en un rebobinado potencialmente infinito que cabe atribuir a la influencia de los actuales contenidos digitales y la facilidad para manipularlos (algo muy gráfica y mayoritariamente demostrado por YouTube). Ello es posible porque ud. percibe el sueño como una ficción distante y maleable, de un modo similar a como se afrontan psicológicamente ciertas películas de terror.

En cuanto a la imagen del elefante y el torero, se produce aquí un interesante choque icónico, ya que un animal aparentemente pacífico y solitario revela una súbita agresividad contra quien es el domador o dominador de la naturaleza por excelencia, el torero y su correlato griego como Teseo enfrentado al Minotauro. Cabe recordar aquí un sueño de 2007, en el que otro animal de aureola mística, en este caso un tigre blanco, trasluce un salvajismo latente. Quizá el onironauta manifiesta con todo ello un miedo primario a las tendencias destructivas del subconsciente, a una conciencia mística (elefante) que involucione hacia el atavismo depredador (mamut).

En cuanto a la elección empírica de Ortega Cano, mis colegas españoles lo atribuyen a un consumo inmoderado de telebasura, que ud. deberá subsanar con 2 cápsulas diarias de Documentalesdeladosina Peroquenoseandelefantex 1000 (puede consultar en farmacias homeopáticas).


Dr. Andrzej Kieslowsky
Calle Starowiejska 16 2º piso
00-459 Gdansk
Tel. +48 58 349 12 48 Fax +48 58 349 20 74

E-mail akieslo@hotmail.com


2 comentarios:

Joan Pau Inarejos dijo...

no sé si comentar el somni o la intervenció del metge fantàstic.
Jo crec que no és gaire bo per a la salut, mirar una dotzena de pisos cada dia. L'elefant pot ser la imatge de les immobiliàries...... jajaja

Joan Pau Inarejos dijo...

la de dalt és la glòria!!!