Los hijos pequeños de mis tíos Josep i Ester se quedan a dormir en casa. A media noche debemos irnos y pregunto si podemos dejar a los niños solos. Me responden que sí. Ya estamos saliendo por la puerta cuando el pequeño Josep se levanta de la cama nervioso y empieza a corretear por el pasillo, detrás nuestro, hasta convertirse en un diminuto escorpión. Asisto a la metamorfosis con curiosidad e incluso pongo algunas trampas al bicho para jugar con él. De repente, me dicen que el escorpión se ha multiplicado, dando lugar a arácnidos mucho más grandes. No puedo ver nada, tengo la vista en blanco, y me asusto; temo perder el control y que los escorpiones me ataquen.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Niños y escorpiones (6-7 diciembre 2009)
Los hijos pequeños de mis tíos Josep i Ester se quedan a dormir en casa. A media noche debemos irnos y pregunto si podemos dejar a los niños solos. Me responden que sí. Ya estamos saliendo por la puerta cuando el pequeño Josep se levanta de la cama nervioso y empieza a corretear por el pasillo, detrás nuestro, hasta convertirse en un diminuto escorpión. Asisto a la metamorfosis con curiosidad e incluso pongo algunas trampas al bicho para jugar con él. De repente, me dicen que el escorpión se ha multiplicado, dando lugar a arácnidos mucho más grandes. No puedo ver nada, tengo la vista en blanco, y me asusto; temo perder el control y que los escorpiones me ataquen.
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