sábado, 12 de enero de 2008

Burla al Papa de Roma (10-11 enero 2008)

Viajamos de nuevo a Roma. Nos alojamos en un hotel altísimo, lleno de pisos y cuajado de centros comerciales en su interior. Intento subir a la terraza para contemplar la vista de la ciudad. Parece que no llego nunca. Esforzadamente consigo salgo al exterior, pero aún no tengo perspectiva suficiente. Sigo andando y me topo con la basílica del Vaticano. Subo las escalinatas y desde allí puedo finalmente ver la ciudad. Creo recordar que estoy en compañía de mis amigos. Entro en el templo y me dirijo a la silla episcopal. Allí está sentado el Papa. Se trata de algún pontífice antiguo. Tiene unos sesenta años, aspecto vivaracho y algo mediocre. Le flanquea un diácono. Me acerco al pontífice y, como si se tratase de una apuesta, le agarro los mofletes con la mano. No hay escándalo: el Papa reacciona con tranquilidad.

No hay comentarios: