sábado, 30 de junio de 2007

Oleaje en Gran Canaria (29-30 junio 2007)

Viajo a la isla de Gran Canaria con mi hermana Anna. Las calas son agrestes, inhóspitas, y el agua brilla cristalina. De repente sube la marea y nos alcanza. Después las aguas se retiran. Más tarde vuelve a subir y cada vez inunda más trecho de tierra. Los bañistas deben apartarse o huir. Llegamos a una especie de chiringuito y el agua prácticamente anega las máquinas expendedoras de refrescos. Me doy cuenta que voy sin bañador. Solamente llevo unos calzoncillos azules. Me siento algo inseguro.

martes, 26 de junio de 2007

Explorando la casa (25-26 junio 2007)

Me levanto de la cama y, consciente de que estoy soñando, escudriño todos los detalles de la casa para contrastarlos con la vida real (`test de realidad'). Entro en el lavabo y me miro al espejo: mi cara se distorsiona y va tomando varias formas. Me acompaña mi padre. Después intento atravesar paredes y leer, por ejemplo, el título universitario que tengo colgado en mi estudio. No consigo ver lo que pone. Con estas exploraciones intento poner en práctica lo que he leído en el manual 'El sueño lúcido' (2003) de la psicoterapeuta Consuelo Barea, que enseña cómo intervenir activamente en los sueños.

Actor accidental (20-21 junio 2007)

Representamos la obra teatral de los 'Pastorets' en Navidad. Esta vez participo como actor: interpreto a uno de los demonios y llevo, además de la cornamenta, un pasamontañas blanco que apenas se sujeta. Además del precario disfraz, no recuerdo el texto y entro a escena casi en banco. Desconozco el desarrollo y el proyecto general de la obra, llego como 'outsider'.


sábado, 9 de junio de 2007

El circuito y el templo dibujado (junio 2007)

Nos encontramos en una especie de campamento. El lugar tiene un aspecto lúdico, pero en realidad se trata de una zona de entrenamiento militar. Subimos a un circuito elevado y empezamos a andar en fila india. Me acompaña casi toda mi familia. El recorrido presenta obstáculos inesperados; en un momento dado, el suelo puede ceder y el caminante se hunde en un hoyo fangoso lleno de agua. Y la sorpresa final: de repente, el circuito se pone en marcha y empieza a girar a toda velocidad, como una atracción de feria sin frenos ni seguridad. Detrás de mí está mi abuelo Cristino. Le agarro de la chaqueta para que no se caiga. "Tranquilo, yo te sujeto", le digo.

Al salir del extraño circuito, guiados por una sombría sargenta (se parece a Lynndie England, la soldado que aparece en las fotos de torturas de la prisión de Abu Ghraib durante la Guerra de Irak, 2004), nos dirigimos hacia una gran iglesia. Todo el mundo toma asiento menos yo. Me vuelvo hacia la puerta y desde allí contemplo el retablo del templo. La pared está vacía, en blanco, hasta que, poco a poco, se va dibujando el contorno de una Virgen María. Parece un trazo hecho con lápiz.

viernes, 8 de junio de 2007

Cocodrilos (junio 2007)

El cielo está nublado. Desde una barandilla nos asomamos al mar. Las aguas suben turbias. El oleaje se agita y parece que nos vaya a alcanzar. Alguno de mis hermanos se lanza despreocupadamente y en ese momento asoma la cabeza un cocodrilo con las fauces abiertas. Le advierto del peligro, pero no me hace caso. Nadie más parece darse cuenta de la amenaza.