martes, 20 de noviembre de 2007

La inyección peligrosa (noviembre 2007)

Estamos en un hospital. Cuidamos de una persona mayor, quizá mi abuela. Me acompaña alguien parecido a mi padre, a quien llamaremos P.. Alguien entra en la habitación. Es un tipo alto y rubio, de aspecto inquietante. Nos aconseja administrar una inyección a la abuela y nos entrega la jeringuilla. Se va. Enseguida sospechamos que se trata de una trampa. Cogemos el ascensor, subimos al piso de arriba y desafiamos al hombre rubio. Empezamos a pelear con él y, en medio del forcejeo, P. recibe un pinchazo de la extraña jeringuilla. P. empieza a deformarse y se convierte en una marioneta de madera, con una nariz rectangular apinochada. Apenas se puede mover; se ha convertido en un ser enano e inerte.

1 comentario:

Segona dijo...

Ostres, Joan Pau. Els teus somnis són força inquietants! Ja dorms tranquil...?