domingo, 30 de diciembre de 2012

En coche bajo el mar, mis abuelos en el crepúsculo y viaje a Canadá (finales diciembre 2012)

1 coche submarino Voy en coche con mis amigos Jose y Javi. Atravesamos una zona marítima o pantanosa. De repente, nuestro vehículo queda completamente inundado, como si nos hubiéramos metido en el fondo del mar por algún conducto. Aguantamos la respiración, entre acongojados y excitados por la sensación de aventura.

2 abuelos al atardecer Cuido de mis abuelos Cristino y Cari, acompañándolos por el centro de una vieja ciudad. Estamos esperando que llegue alguien. Mientras tanto, ellos se quedan sentados en un banco, en una zona alta donde se obtienen vistas de la ciudad cuando ya está cayendo la tarde. Viendo a mi abuela, caigo en la cuenta de que murió, para después revivir extrañamente. La melancolía lo invade todo.

3 quebec monumental Emprendemos un viaje a una ciudad monumental de Canadá, acaso del Quebec. Somos un grupo amplio, de unas 20 personas o más. Primero recorremos unos grandes almacenes industriales. Siento claustrofobia, no sé si podremos salir de allí. Finalmente salimos al exterior y en unos de los recodos del camino se otea en la lejanía una bella iglesia o catedral barroca, de estilo centroeuropeo, con torres de remates agudos, verdes y bulbosos. Aprovechando un ángulo propicio, empiezo a hacer un sinfín de fotos, mientras mi madre, junto a Lilí, amiga de la familia, nos advierte que debemos seguir todos un mismo camino o el viaje será un caos.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Llego tarde a gimnasia, bronca con mi madre (principios diciembre 2012)

Estoy en casa de mis padres, vistiéndome a toda prisa para ir al instituto. Al parecer, aún tengo pendientes algunas asignaturas en el centro de secundaria, y, en este caso, debo asistir a clase de gimnasia. Acelerado, busco mis zapatillas deportivas blancas. Mi madre me riñe con gritos por llegar tarde. También está muy nerviosa puesto que voy a participar en una huelga (?) (hablando con alguien, admite que tiene miedo y está preocupada).

domingo, 9 de diciembre de 2012

Último y frustrante día de viaje (principios diciembre 2012)

Sueño muy recurrente las últimas semanas. Es el último día de viaje en una gran ciudad monumental e intento apurarlo al máximo, recorriendo sus calles y buscando los recorridos principales que ya he trazado previamente. Sin embargo, no consigo nunca llegar a los lugares deseados, y, por otra parte, me invade la tristeza y el sinsentido al pensar que en pocas horas ya estará de vuelta a casa.

Miedo en el submarino (principios diciembre 2012)

Me hallo junto a otras personas en el interior de un amplísimo submarino que nos permitirá ver todo tipo de peces, tiburones y ballenas a través de los cristales, cual un gran acuario circundante. Sin embargo, el trayecto es tenso y desagradable. A veces se ve el exterior, en vez de las profundidades marinas, como si el aparato avanzase a trompicones. Veo algun pez esporádico (muy grande, del tamaño de una ballena o un cachalote), y temo constantemente que la presión acabe reventando el submarino.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Viajo en el tiempo y veo a mis hermanos de bebés (principios diciembre 2012)

Consigo viajar en el tiempo y veo a mis hermanos pequeños Lluís y Alícia (gemelos) cuando tenían apenas un año. Me enternece recordarlos así, les palpo las mejillas.

Viajo solo a la montaña y no sé cómo volver; cuido a mi sobrino a la intemperie (finales noviembre 2012)

1 perdido en la montaña Hago una excursión solitaria a un pueblo del Pirineo. Llego hasta allí en coche. Recorro caminos cercados de bosques y masías. Me fijo en plantas aromáticas. Hablo de lejos con el dueño de una finca. Me siento libre pero invadido de melancolía. Cuando debo regresar a casa, no encuentro mi coche y además caigo en la cuenta de que no sé conducir. Pienso en llamar a Laura, no sé qué hacer. Voy atravesando pasos estrechos, desconcertado.

2 padre precario Cuido de mi sobrino Pau en una especie de cabaña o módulo al aire libre, enfrente de una oficina bancaria. Debo hacer algunas visitas a la oficina, pero me preocupa dejarlo solo. Lo llevo en brazos en algunas de mis visitas.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El perro que viene y va (finales noviembre 2012)

Sueño durante una siesta en el sofá. Con total sensación de verosimilitud, me parece oír a un perro que se ha colado en casa a través de la terraza, y va jadeando de un lado al otro del comedor, junto a mí. Pienso que se trata del perro del vecino, que ha saltado de algún modo de un balcón al otro. Al despertar, no hay ningún perro: sólo el sonido sincopado de la lavadora.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La fiesta de menopausia de la bruja (mediados noviembre 2012)

Se ve un gran barco o galeón fantástico cuyo casco toma la forma de un gigantesco delfín vivo, lleno de patas-tentáculos como de pulpo. Se asemeja a la imagen de un grabado o ilustración de un bestiario medieval, y recuerda también a los elefantes con larguísimas patas pintados por Dalí.

Segundo acto: aparece una bruja de largos cabellos blancos. Su rostro es el de Fin Raziel, la bruja bondadosa de la película 'Willow'. Aparece sumergiéndose en las aguas, con las que se supone que va rejuveneciendo y embelleciendo, aunque apenas se aprecia.

Aparece un tercer personaje, un caballero o marinero que se pone a hacer el amor con el delfín-barco, identificado ahora con la bruja. De nuevo, el acto es un raro ritual de rejuvenecimiento para la extraña bruja.

Y cuarta metamorfosis. Se ve a la bruja caracterizada esta vez con el rostro de la actriz Helen Mirren. Circunspecta y algo siniestra, viste con un traje negro como de duelo, con velo y peineta (a la guisa de la madrastra de Blancanieves de Pablo Berger, interpretada por Maribel Verdú). La bruja-Mirren, susurrando, invita a alguien a la "fiesta de su menopausia" (sic).

Pd: La historia aparece en el sueño como un cortometraje de M. Night Shyamalan. También visiono otro, donde aparece Bruce Willis y otros actores en busca de una enigmática maleta.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nieve, arena y flores (mediados noviembre 2012)

Estamos en Ordal, el pueblo de mis abuelos maternos. Disfrutamos de una mañana hermosa y soleada entre las flores. De repente, empieza a llegar todo tipo de gente, como si se hubiera convocado una enorme fiesta social. Veo a amigos, amigos de la familia, parientes cercanos y lejanos... Nos van saludando conforme llegan. Se van formando grupos. En uno de ellos, mi hermana Alícia encabeza una coreografía juvenil al son de cierta música. El gentío lo inunda todo.

En el jardín se ha formado una imagen insólita. Buena parte del suelo está completamente cubierto de nieve, a pesar de la suavidad de las temperaturas. Alrededor de la nieve hay una extensión de arena blanca. Me fascina la extraña convivencia de ambas materias. Sin camiseta, prácticamente en bañador, me lanzo a la nieve para jugar con ella y mezclarla con la arena. Voy rascando el suelo, palpando las texturas. Cojo un pedazo de nieve y me lo llevo a un sitio seco, donde fabrico un lago o glaciar minúsculo. Anda por allí mi tío David L., con quien comento lo extraño y excepcional de esta nevada primaveral.

En el mismo sueño, previamente, he viajado a Roma con Laura y más personas, creo que de mi familia. Es el último día y no tenemos el trayecto de vuelta hasta las 2 de la madrugada, así que planificamos una larga ruta. Nos interesamos por visitar un monumento que todavía no habíamos visto en nuestras varias visitas a la ciudad. El monumento consiste en una especie de escultura de un guerrero o un gladiador, tensando su cuerpo en diagonal. La figura está sobre un gran montículo de piedra blanca formado por montículos y escalones. Visualizo todo el monumento antes de llegar físicamente a él, a través de un enérgico e imaginario travelling alrededor de la escultura.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Vomito una serpiente (mediados noviembre 2012)

Mi madre me advierte de que me he tragado una serpiente. Sobresaltado, me palpo el vientre y noto, en efecto, una desagradable situación de hinchazón. Me provoco arcadas para vomitar. Noto con gran realismo la sensación fisiológica, el esfuerzo por expulsar al ser extraño. Veo cómo va saliendo la serpiente, asomando ya su pequeña cabeza entre mis fauces. Finalmente sale afuera y huye agitando su cola. La observo. Es una serpiente pequeña, amarilla y azulada. Se asemeja a un renacuajo grande y no parece muy siniestra. Aliviado, dejo a la serpiente vagando por la casa de mis padres. Al día siguiente me pregunto si aún seguirá allí, pero no la encuentro.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Mi abuelo se convierte en un hombre-mazapán (principios noviembre 2012)

Llaman al timbre. Es Carmen M., una señora mayor, amiga de la familia. Llega con unas bandejas de mantecados y otras pastas para mis padres. Ellos no están, así que me ocupo yo. Entonces, sin que se sepa exactamente cómo ni por qué, aparece mi abuelo paterno convertido en un hombre-mazapán: toda su piel es de un material ocre y comestible. Carmen me anima a ir cortándole trozos para comer, e incluso lo hace ante mí. Mi abuelo ve cómo le van sacando tajos en el brazo con un pequeño cuchillo, y no parece importarle; sonríe distendidamente. Nunca me atrevo a hacer corte alguno sobre su piel, me produce miedo y grima, temo dañarle.

Saco un delfín del mar (principios noviembre 2012)

Estoy asomado a una ventana, desde donde veo el mar, casi al alcance de mis manos. Observo atentamente las aguas: están plagadas de medusas, cuyas formas rosáceas y sinuosas se adivinan bajo la superficie. Aparece entonces un buzo, deslizándose por allí y seguramente ignorando el peligro de recibir una picada. Más tarde descubro un pequeño delfín. Tras asegurarme de que no se trata de un tiburón, lo cojo yo mismo con las manos y se lo enseño a alguien que tengo a mi lado; es de pequeñas dimensiones, apenas mide un metro o 90 centímetros. Al sacarlo del agua, dentro de casa, el delfín segrega una extraña sustancia verdosa y espesa. Primero me asquea y temo que sea tóxica o antihigiénica, pero después me agrada pensar que la extraña bilis perfumará mi casa con un olor a mar.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Bajo en un ascensor hiperveloz, me mareo y mi familia me socorre (finales octubre 2012)

Debo ir a trabajar. Arreglo rápidamente las cosas en casa antes de irme. En el sueño, sigo aún en casa de mis padres, aunque siento extrañeza al ver mi antiguo cuarto; intuyo que no es el mío, que ya no me pertenece. Salgo de casa y subo a un amplio ascensor; empieza a bajar a una altísima velocidad. Va acelerando cual avión al despegar. Me mareo, el vértigo me consume. El ascensor parece que no llega nunca a su término; sigue bajando y bajando. Al fin, salgo del ascensor y caigo al suelo, totalmente desvanecido y en estado semiconsciente. En la planta baja está mi familia, sentada alrededor de una mesa, comiendo. Mi tío Josep me ve y viene hacia mí para socorrerme, con media sonrisa paternalista. Hablan entre ellos sobre mis frecuentes mareos y problemas de salud. Está también mi abuela Cari -fallecida en la vida real-, reclamando a mi padre que esté más pendiente de mí. "Ni que fuera tu hijo", dice mi padre; a lo que ella replica: "No, pero es el tuyo". Todo ello es un sueño dentro del sueño: sigo dormido y aún no he podido ir a trabajar.

domingo, 28 de octubre de 2012

Visión de la iglesia de la Colònia Güell (finales octubre 2012)

Contemplo una vasta panorámica de Barcelona y sus alrededores. A lo lejos se adivinan algunas siluetas imponentes, entre ellas, la de la iglesia de la Colònia Güell de Gaudí, mágicamente concluída según los dibujos que dejó el arquitecto, con las torres irregulares y bulbosas. Puedo admirar el edificio en todo su detalle, con su textura de color broncíneo y con tramas como malladas, de rejilla. Pienso que debería rodar una película para dar a conocer esta visión.

viernes, 19 de octubre de 2012

Laura roba un cómic para mí (mediados octubre 2012)

Laura y yo estamos en una gran tienda o centro comercial. Observamos el último álbum de 'Astérix', que aún no he podido leer (edición imaginaria del sueño). Entonces Laura, sigilosamente, roba el cómic, se zafa de la cajera y lo deja finalmente en mis manos. Agradezco su osadía.

viernes, 12 de octubre de 2012

Examen fallido de inglés, malestar con mi padre, tengo un hijo (mediados octubre 2012)

Breves sueños entrecortados, llenos de inquietudes, discusiones y situaciones agobiantes o inciertas.

1 De nuevo sueño que debo hacer nuevos exámenes para terminar la carrera. Esta vez, de inglés. Y como siempre, no he estudiado nada, y las preguntas me aturden.

2 Tengo varios desencuentros con mi padre. Me siento empequeñecido y culpable ante sus comentarios. Más tarde llego en medio de un partido de fútbol doméstico y le hago un caño a mi padre, chutando el balón entre sus piernas mientras él estaba de espaldas. Al ver que he sido yo, mi padre se sorprende, como si nunca me hubiera creído capaz de dominar la pelota.

3 Tengo un hijo, ahijado o hijo adoptivo muy pequeño, de un año o menos (me recuerda a mi sobrino Pau). Cuido de él con vacilación de diletante.

Un espíritu maligno me pone del revés y agita las sábanas (mediados octubre 2012)

En el tránsito al sueño, nuevas experiencias hipnagógicas. Percibo y atisbo un espíritu maligno, o cuanto menos inquietante y desconocido, que entra en el cuarto como un fantasma blanquecino, que retumba y gruñe. Su onda expansiva me pone del revés en la cama, hasta el punto que pienso que me he girado verdaderamente. También agita poderosamente las sábanas, como si fuera un vendaval o una fuerza eléctrica.

Me confían un trabajo como docente (principios octubre 2012)

Rafael M., un colaborador de la radio donde trabajo (La Xarxa) me ofrece regresar a mi anterior tarea (?) como docente, impartiendo clases de una materia técnica o tecnológica. En el sueño apenas logro recordar y actualizar mis competencias en este ámbito, pero siento una sensación de halago y vértigo por la propuesta.

sábado, 6 de octubre de 2012

Con mi padre en un desfiladero rocoso; consuelo a un anciano italiano; busco una cartera en una piscina (principios octubre 2012)

1 con mi padre en las rocas En compañía de mi padre y de algunos de mis hermanos, atravieso un gran desfiladero rocoso. Recuerdo sus detalles: los perfiles bulbosos de la piedra, el brillo y el color claro de sus formas. Comento en voz alta que me recuerda al Gran Cañón del Colorado, pero, al parecer, estamos en Catalunya, en la comarca de la Segarra, atravesando el país en horizontal, de este a oeste. Pasamos por un lugar donde hay unas hojas y otros elementos estratégicamente colocados; pregunto si se trata de una trampa o un hábitat para osos, pero me responden que no.

2 el anciano italiano Laura y yo estamos en Italia. Conozco por mi cuenta a un anciano con el rostro de Mario Monti -el actual primer ministro-, a quien descubro una profunda tristeza. Sin conocer nada, hablo con él para animarlo, e incluso le escribo algunas frases chapurreadas en italiano. El anciano, trajeado y de aire melancólico, me lo agradece con una sonrisa e incluso habla de mí a algunos de los amigos que tiene por allí.

3 dinero rescatado en las aguas Voy con Laura a un recinto de piscinas y balnearios. Mientras nos damos un baño, pregunto a Laura por la cartera, y ella me responde que la dejó "allí"; sobresaltado, compruebo que la ha dejado dentro del agua, en una especie de zona circular acordonada. Buceo inmediatamente para recuperarla. Tengo que separar una serie de objetos que me obstaculizan, pero al fin, logro sacar la cartera. La gente aplaude.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Intento abrir los ojos ante el espejo (finales septiembre 2012)

Durante un falso despertar, intentando luchar contra una parálisis del sueño, sueño que me levanto de la cama y voy hasta el espejo del recibidor. Me miro en él y veo mis ojos apenas entreabiertos. Intento abrirlos pero soy incapaz.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Me pierdo en un autobús en la montaña, nado por el aire y llego a una cueva diabólica (mediados septiembre 2012)

Sueño que me quedo dormido en un autobús y llego hasta una carretera de montaña que desconozco por completo. Me bajo en la siguiente parada y miro desconcertado a mi alrededor. No sé a dónde dirigirme ni qué transporte coger para llegar a casa. Me voy en la dirección contraria al autobús haciendo el gesto de nadar, como si pudiera atravesar el aire flotando. Finalmente llego a una cueva subterránea donde me espera un escuadrón de personajes diabólicos: vampiros, mujeres poseídas cual 'El exorcista', etc. Me amenazan, pero consigo aplacarlos haciendo la señal de la cruz. Salgo de allí y llego a un alto terrado; me lanzo al vacío a sabiendas de que estoy soñando, y quiero despertar de una vez. Intuyo que, en la profundidad del sueño, oiré la voz de mi padre, que me solía despertar en casa los fines de semana. La oigo, pero sin salir del sueño: mi padre me cuenta que ha sabido de una oferta de trabajo para mí, y me lo dice ante una gran fachada monumental, refiriéndose coloquialmente a una especie de artista o empresario que podría encargarme una tarea.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Defiendo a un compañero ante un caporal; recojo amatistas y monedas antiguas (mediados septiembre 2012)

Estoy enrolado en una especie de ejército o comando especial. Recorremos la ciudad de Barcelona  en un pequeño tren rudimentario, al aire libre, y llegamos hasta una zona montañosa en la falda del Tibidabo, entre colinas peladas y fincas varias. Por el camino descubro casualmente que hay algunas amatistas (minerales violáceos y aristados) y recojo por lo menos dos o tres. También hago lo propio con unas monedas antiguas. Se trata de monedas de 10 o 100 pesetas, con una peculiar forma entre redonda y rectangular, tamaño notable y cierto personaje antiguo grabado en ellas.

Más tarde estamos en un pequeño cuarto. Nuestro caporal alecciona duramente a un compañero (Lluís, compañero del trabajo en la vida real). Le reprocha sus errores, su falta de atención y haberse besado con una mujer en horas de servicio. La sarta de amonestaciones es tajante y prolongada, hasta que le comunica su expulsión. En este punto, me levanto de la cama (al parecer estábamos todos estirados) y me dirijo con rebeldía al jefe para decirle algo así como "menos chulerías". Salgo en defensa de mi compañero ante su mirada atónita.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Viaje a Brasilia, fobia al avión, manifestación ultra (mediados septiembre 2012)

1 Llego a una gran ciudad de Brasil, acompañado de algunos amigos, entre ellos Jose. La ciudad es a la vez Rio de Janeiro y Brasilia. A lo lejos se divisa la urbe moderna diseñada por Oscar Niemeyer, soñada aquí como una plétora de fachadas y cubiertas brillantes como de metal o plástico blanco, de dimensiones imponentes. Me asombra el perfil de esta ciudad futurista, contemplada bajo los claroscuros de un día en el que se alterna el sol y las nubes.

De repente, me pregunto cómo hemos llegado hasta allí, y mis amigos me hacen saber que he estado durmiendo mientras hacíamos 8 horas de avión. Mis sensaciones cambian súbitamente: tengo fobia a volar y me invade el miedo al pensar que deberé tomar un avión de vuelta. Comparto mi angustia con mis amigos, pero apenas me hacen caso.

2 Acudo a una manifestación, de nuevo con Jose. Avistamos un grupo de jóvenes de extrema derecha que cantan el 'Cara al sol' y les insultamos ("¡fachas!", etc). Nos quitamos las camisetas para subir a una zona elevada y no sudar más de la cuenta, y entonces se acercan los ultras para ajustar cuentas con nosotros. Me acobardo y temo que nos quieran agredir o humillar.

3 En la televisión hablan del certamen de Miss España y comentan que, este año, la candidata sin duda más estrafalaria es la periodista del corazón K. M., que acude con una vistosa peluca, con la que pretende rejuvenecer su imagen.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Expulso a un calamar-alien (principios septiembre 2012)

Me invaden unos pequeños calamares alienígenas, parecidos a la cría recién nacida que aparece en la película 'Prometheus'. Intento deshacerme de ellos desesperadamente, para evitar que se cuelen en mi casa (en el sueño estoy en casa de mis padres) y hagan su nido. Los lanzo a la uralita de un edificio vecino. Los demás no entienden mi miedo y mi celo.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Eclipse y separación del sol y la luna (principios septiembre 2012)

Estoy en casa con varios familiares. De repente, a través de la ventana, veo un asombroso fenómeno. Está atardeciendo y el sol desciende conforme la luna va subiendo, hasta que ambos se alinean en un eclipse perfecto. Ninguno de los dos astros tapa al otro, sino que se sobreponen mutuamente con un cromatismo transparente, como si fueran círculos de luz proyectados por cañones de focos. Sus siluetas aparecen muy marcadas: en ocasiones parecen casi circunferencias o anillos vacíos en su interior.

En una segunda fase, sol y luna se colocan uno al lado del otro, anudados en un único punto, y, finalmente, el sol sale despedido del peculiar eclipse, como una estrella fugaz, hasta convertirse en un punto rojo que huye y se desvanece por el firmamento, lo que indica que el día se ha consumido completamente.

Voy siguiendo todo el fenómeno desde una terraza, y doy golpes al cristal de la ventana para que los demás, que parecen más despistados o abstraídos, lo vean.


jueves, 30 de agosto de 2012

Imagen hechizante del Parc Güell, Roma llena de pájaros, libro de Caín (finales agosto 2012)

1 Paseo por una zona alta de Barcelona. Está amaneciendo y el sol está entre dorado y malva. En un instante de mi recorrido, vuelvo la vista atrás y aparece ante mí una panorámica bellísima y onírica del Parc Güell de Gaudí: los dos pináculos en forma de setas asoman entre los tejados, y la cerámica multicolor de los edificios brilla de modo embelesador.

2 Vuelvo a viajar a Roma con Jose y Sara. Nosotros ya hemos visto la ciudad, pero se la enseñamos a Sara, que la visita por primera vez. Busco tres supuestos monumentos emblemáticos de la ciudad, que responden a los órdenes dórico, jónico y corintio, como si se tratase de la acrópolis de Atenas.

A lo lejos divisamos el panteón romano, cuya imagen en el sueño dista mucho de la real: aparece aquí como un gran edificio basilical, como una catedral en ruinas, sin fachada y con un gran ábside oscuro al fondo, a la vista de los peatones. Al entrar, el panteón aún resulta más extraño: oscuro, irregular y lleno de gente que entra y sale, parece un gran aparcamiento o un recinto fabril, y constantemente se ven bandadas de palomas de aspecto siniestro, cual los pájaros de Hitchcock. De hecho, los pájaros preñan todo el aire de modo asombroso, cual una gigantesca plaga de moscas.

3 Visito una librería. Está cerrada. Sin embargo, por la calle topo con un libro que me interesa;  el libro pertenece a la librería pero alguien lo ha dejado allí, a la vista de todo el mundo; el título hace referencia al personaje bíblico de Caín. "Los crímenes de Caín", "Las vidas de Caín" o algo parecido. Pienso en robarlo, pero enseguida abren la librería y entro para comprarlo con todas las de la ley.


martes, 28 de agosto de 2012

Souvenirs en el Vaticano y cantando 'Dream' (finales agosto 2012)

Estoy de viaje en Roma junto a Laura, Jose y Sara. Al salir de un tren o metro escuchamos la canción 'All I have to do is dream' de los Everly Brothers y empezamos a cantarla efusivamente. Sara parece conocer mejor la letra, pero yo termino cantando en un inglés macarrónico. Llegamos a la zona del Vaticano, aunque en la vida real no lo parece; pasamos por plazoletas antiguas de piedra amarilla, elegantemente cobijadas a la sombra de los árboles. Más bien parece Florencia, con sus pequeñas casas a la orilla del Arno. Jose y yo nos interesamos por una curiosa parada al aire libre de souvenirs sobre los pontífices, de lo más excéntricos, como una cara de Juan Pablo II con un mecanismo que permite ocultarla y mostrarla con un telón o cortina teatral (a semejanza del balcón del Vaticano), o un póster con caricaturas donde se ve al mismo Juan Pablo II en simpática sintonía con Benedicto XVI. Pienso en lo oficialistas que son todos estos objetos, diseñados con demasiada obviedad para ensalzar a las figuras papales.

sábado, 18 de agosto de 2012

Alucinaciones hipnagógicas: canturreos de un niño, aliento de un perro, luz roja y mi brazo elevado por una fuerza extraña (mediados agosto 2012)

Varias alucinaciones hipnagógicas (en el tránsito de la vigilia al sueño, durante pocos minutos).

En una de ellas, oigo varias veces el canturreo o murmullo de un niño pequeño, y cómo, cada vez, la voz de una mujer, como si fuera su madre, lo va reprendiendo para que se calle, con un lacónico ''scht!". Me da algo de miedo, como si fueran espíritus inquietantes.

Después, en la cama, percibo con gran sensación de realidad el aliento de un perro en mis brazos, como si estuviera en la cama; el animal jadea rápidamente y exhala su vaho caliente.

Como en otras ocasiones, también veo una luz roja enfrente de mí, como una señal o un botón encendido que me reclamase, así como varias sombras o fantasmas oscuros que se bambolean en el cuarto mientras estoy en la cama,o bien al levantarme. Durante un falso despertar, sueño que que salgo de la habitación, con los ojos cerrados, sumido en mi letargo, y pido ayuda a Laura, que me mira con cierta perplejidad y con media sonrisa.

Y fenómenos más curiosos: noto cómo mi brazo izquierdo se eleva solo, como llevado por un potente aire, magnetismo o fuerza externa. El otro brazo también está sometido a un extraño magnetismo, y en este caso se agitan involuntariamente los dedos de las manos.


Mi padre me anima a enfrentarme a una serpiente (mediados agosto 2012)

Voy por el bosque con mis padres. De repente encontramos una serpiente y el pánico me inmoviliza. Al verme de esta guisa, mi padre me anima a enfrentarme con el animal, dándole un buen golpe con un palo, tal como me enseña haciendo el movimiento; después me da el palo para que lo haga yo mismo. Más tarde aparece una serpiente como de cascabel, y, a pesar de haberme enfrentado a ellas, me lavo la cabeza incansablemente por el temor a que haya huevos entre mi pelo.


Mi madre, gravemente enferma (mediados agosto 2012)

Mi madre está muy enferma pero no logro saber de qué. La sigo hasta el hospital, donde la ingresan y le hacen numerosas pruebas relacionadas con el cáncer. Ella está muy desasosegada. Finalmente accede al documento donde figura su diagnóstico y el tratamiento que debe seguir. "No me lo puedo creer" -exclama desolada-, "no necesitaré operaciones pero sí un tratamiento estricto cada noche que me impedirá dormir". Mi madre está al borde del llanto, mientras yo me debato entre el alivio y la profunda consternación.


Asediado por un perro salvaje (mediados agosto 2012)

Saco unas barras de pan y pido alguien que me saque una foto. De repente, un perro viene furioso hacia mí, atraído por la comida. Dejo el pan a un lado pero el perro, cada vez más fuera de sí, me va frotando la cara con sus fauces; temo que en cualquier momento me pueda morder o incluso devorar y siento un miedo cerval. Poco después el perro se aleja, pero lo hace para llamar otros perros-lobo de su manada, para que vengan en mi busca. Alarmado, vuelo hacia lo alto de un árbol. Estoy en Ordal, el pueblo de mis abuelos maternos.


Bronca brutal de mi madre (mediados agosto 2012)

Mi madre me empieza a regañar y reprender con gran fuerza. Me reprocha que estoy más preocupado por el perro (sic) que por las personas, que soy un egoísta y no me preocupo por nadie. Me hace sentir enormemente culpable, como si dijera verdades muy íntimas e hirientes. Ella intenta hacer partícipe a mi padre, que apenas asiente lo que mi madre va diciendo.


Tsunami con mis padres (mediados agosto 2012)

Estoy con mis padres en una zona costera y presiento que habrá un tsunami. Efectivamente, se levanta una tremenda ola, y empieza a cundir el pánico. Siento el peso de la fatalidad, puesto que yo ya sabía de algún modo que ocurriría, pero nadie me había hecho caso, como si fuera un visionario solitario y sufrido. En nuestra huída desesperada dejamos atrás a mi tía Montse y mi primo Nil; me sobresalto al recordarlos y me siento culpable por escapar. Topamos con algunos tipos que ofrecen barcas para huir a cambio de dinero, y mi padre me dice que son habituales este tipo de pícaros en situaciones catastróficas. Lloro, muy compungido. La situación se va calmando en las horas siguientes, pero persiste la atmósfera apocalíptica.


sábado, 28 de julio de 2012

Carrera hacia Roma, volando sobre los coches, descubriendo ciudades (finales julio 2012)

De viaje a Italia, nos hallamos a unos 20 km de Roma y decidimos llegar a pie hasta la ciudad. Yo decido emprender una carrera con otro compañero, corriendo a toda pastilla por las carreteras. En algún momento consigo saltar y mantenerme a flote por encima de los vehículos, sorteando el tráfico y casi volando. Pasado un rato, pierdo de vista a mi competidor y paso por una ciudad cuyo nombre empieza por 'Castel' (Castello, Castelgandolfo o algo así), y que me llama mucho la atención por las referencias que tenía. Sin dejar de correr, cojo la cámara e intento sacar fotos a una imponente iglesia de fachada muy horizontal, con la piedra desgastada por los siglos.

Reencuentro a una profesora de catalán, mi hermano nos cambia platos de sangre, mi abuelo se tiñe y el perro se sienta como una persona (mediados julio 2012)

1 la profesora Una mujer mayor se acerca a mí y se presenta. Dice que es Neus Català (sic) y que había sido mi profesora de catalán hace años, cuando era pequeño. Apenas la recuerdo, aunque me esfuerzo y por lo menos me suena algo. Tiene la cara agradable, algo cuadrada, de nariz chata, compacta y tersa, con rasgos como de alemana o sueca.

2 platos de sangre Estoy comiendo con mis hermanos. Creo que se trata de una escena imaginaria de cuando éramos pequeños. Hay varios platos de carne, algunos de ellos con un leve jugo de sangre. Mi hermano Ismael, sorprendentemente, va cambiando los platos traviesamente para quedarse con el que tiene más contenido sanguíneo.

3 reloj de sol y perro humano Estamos en Ordal, el pueblo de mis abuelos maternos, y veo llegar a mi tía Lourdes, con una niña muy pequeña, de unos seis meses o un año máximo. Más tarde veo a mi abuelo Eudald, que, para mi sorpresa, se ha teñido el pelo de gris oscuro, tirando a negro, y se levanta de una tumbona y me muestra un reloj de sol que acaba de adquirir. Mientras tanto, el perro Estel se ha hecho con su silla y se ha sentado de manera muy graciosa, como si fuera una persona, bebiendo y comiendo tranquilamente.



sábado, 14 de julio de 2012

Mi hermano y yo vemos otros planetas Tierra (mediados julio 2012)

Mi hermano Ismael y yo divisamos otros planetas iguales al nuestro en el firmamento nocturno. Planetas Tierra azules y brillantes, multiplicados en el cielo. Creo recordar que vamos en coche. La imagen nos sobresalta, y que parece alguna señal apocalíptica. Sin embargo, personas mayores a nosotros, como si quisieran ocultar algo, nos hacen ver que dichas esferas no son sino figuras artificiales erguidas a escasos kilómetros, cual grandes anuncios soportados con vallas y andamios. El sueño parece inspirado por la película 'Otra tierra' (Mike Cahill, 2011).

domingo, 8 de julio de 2012

Me lanzo al vacío con mi abuelo (7-8 julio 2012)

Me encuentro en un gran recinto comercial al aire libre, con varios pisos, escaleras mecánicas, comercios y espacios de ocio. Ando buscando a mis padres, que celebran un banquete con muchas personas. Me parece divisarlos en una gran aglomeración de mesas. Me ayuda en la búsqueda Josep C., tertuliano del programa donde trabajo, en la radio. Llegamos a una zona de gran altura y resolvemos lanzarnos desde allí al vacío. Entonces Josep se transforma en mi abuelo materno Eudald. Cuando ya nos hemos tirado, aunque flotamos ligeramente, presentimos que vamos a morir, así que mi abuelo, según creo recordar, me estrecha la mano y se despide de mí, con palabras breves y trascendentes. Sin embargo logramos aterrizar con vida y llegamos al recinto de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, donde nos espera el ex alcalde Pasqual Maragall para conmemorar los 20 años de aquel evento. Hay varios periodistas cubriendo la efeméride. Comento que vamos a poder comparar la primera foto de aquel 1992 con la última de 2012, pero una fotógrafa, con aire severo, me replica que no es la última, como si ello fuera ofensivo para Maragall, en plena enfermedad de Alzheimer.

lunes, 2 de julio de 2012

Heredo unas valiosas obras medievales (principios julio 2012)

Heredo una serie de piezas artísticas de época románica. Mi madre me las confía después de que pertenecieran a mi abuelo materno, que las adquirió salvándolas del pillaje y la degradación. No lo recuerdo muy bien, pero se trata de algunos relieves escultóricos y quizá alguna pintura. Acudo a una especie de monasterio, de donde proceden las obras, un conjunto hoy reconvertido en museo o centro de interpretación. Expongo la situación a dos trabajadoras o investigadoras del centro que, tras la conversación, acceden a hacer un reconocimiento formal conforme tengo la propiedad legítima de las obras de arte. Una de ellas suspira y se despide de una de las obras, como si perdiera a un hijo. La otra me recuerda que puedo vender las piezas al centro, y que me pagarían unos 7.000 euros por cada una de ellas. Le respondo que no lo descarto, pensando para mis adentros que el inesperado patrimonio puede ser un seguro en caso de que me vea en el paro o con dificultades económicas serias.

sábado, 30 de junio de 2012

A la caza de los visitantes de dormitorio (finales junio 2012)

Secuencia excepcionalmente prolongada de falsos despertares, durante los primeros minutos del sueño. He aquí que, presintiendo la llegada de los visitantes de dormitorio (esos seres que de vez en cuando irrumpen en mi habitación en breves alucinaciones), decido salir a su encuentro para ahuyentarlos. En reiteradas ocasiones, me levanto de la cama y los voy espantando; aparecen como sombras oscuras a mi paso. Incluso hago señales de cruz y pronuncio el nombre de Jesucristo para que huyan, con gran eficacia. 

En uno de los regresos a la cama, veo una especie de bolitas de cristal o fichitas de colores metidas dentro de la funda de la cama, proyectando un diabólico brillo y una melodía psicodélica. También los ahuyento con gestos audaces. 

En otro momento, llego hasta la puerta de entrada de mi casa, atraído por una extraña música. Se oyen como pasodobles, como si hubiera una fiesta en el rellano o en el piso de enfrente.

También me fijo que, cada vez que abro los ojos en los repetidos falsos despertares, veo una especie de pupilas de luz observándome justo enfrente.

Encerrado con actores zombis y fichado para una película juvenil (finales junio 2012)

1 encerrado con el actor zombi Estoy en el rodaje o puesta en escena de un spot publicitario sobre teatro. Unos actores españoles, a quienes reconozco enseguida, aparecen caracterizados como zombis en medio de un cementerio a media luz, mientras van declamando frases inquietantes con gran afectación. Aunque sé que se trata de una ficción, me siento algo atemorizado y decido huir por una escalera que se alza frente a mí. Subo por ella y encuentro a uno de los actores, disfrazado también de zombi, en lo alto de los escalones. De repente, la puerta que hay al final de la escalera se cierra. Me invade la angustia y la claustrofobia. Sólo estamos el zombi y yo, encerrados, y me da un miedo cerval sentir su presencia y pensar que se acercará a mí sin que pueda escapar. Es como una pavorosa cárcel visual, como una película de terror de la que no se puede salir ni apagar la pantalla. Finalmente parece que las paredes ceden, mientras el actor-zombi se arranca toda la piel de la cara a tiras, hasta que emerge el rostro familiar y tranquilizante del actor, culminando así el spot publicitario. Aún con el miedo en el cuerpo, me voy de los estudios, parecidos a los de Hollywood,y subo en un coche.

2 me fichan en una película. Sin saber muy bien cómo, me contratan para una película española para el público juvenil, como las protagonizadas por Mario Casas. Me siento halagado y algo avergonzado. Entro en un bar y saludo a los compañeros del rodaje, que me reciben como a uno más, encajando las manos. Me pregunto si interpretaré al galán de la película. Me hacen saber que rodaré escenas amorosas con la actriz María Valverde. Finalmente me toca interpretar a un personaje secundario, un hombre misterioso y atractivo. Dudo si sabré estar a la altura.

Voces de niños y otras hipnagogias (finales junio 2012)

Semanas de muchas alucinaciones hipnagógicas (en el tránsito de la vigilia al sueño), coincidiendo con una ola de calor. En una de ellas, al dormirme, empiezo a oír voces estrepitosas de niños, como un coro de angelotes o espíritus infantiles que se ponen a parlotear. Otra noche, sueño que llega Laura y se acuesta junto a mí; dentro del falso despertar, contemplo su cara y la palpo bajo la penumbra para comprobar que es ella. En algún momento su rostro aparece como deformado; vuelvo a mirarla hasta que recompone sus facciones verdaderas.

sábado, 9 de junio de 2012

Replico un bebé en 3D y descubro un cadáver disecado (principios junio 2012)

Cojo en brazos un bebé entrañable, de rostro regordete  y risueño. Quizá es mi sobrino, o alguien muy cercano a mí. Tanto deseo tenerlo conmigo que recurro a una insólita tecnología para obtener una réplica exacta del pequeñuelo. Con una cámara especial que me presta mi padre, obtengo una especie de moldes o patrones de la imagen del bebé, que, pasadas unas horas, dentro del recipiente adecuado, se hincharán de algún modo hasta dar con una representación tridimensional y exacta de la persona fotografiada (acaso me ha inspirado la tecnología, existente en la vida real, que consiste en imprimir en 3D). 

Dejo los moldes reposando en el garaje de la casa de mis abuelos maternos, y, rebuscando entre cajas y almacenes, hago otro descubrimiento, éste más inquietante: aparece el cadáver disecado de un hombre. No se trata de ningún crimen, sino de alguien a quien preservaron incorrupto para honrarle, en algún ritual de tipo religioso. Al parecer, se trata del marido de la madre de Laura (no siendo exactamente su padre) así que acudo a la viuda para entregarle el cuerpo. Pensaba que se alegraría, pero ocurre todo lo contrario; se consterna profundamente y se indigna conmigo. La madre de Laura se queda entonces atrincherada en el garaje, donde pasa la noche, mientras yo retorno al piso de arriba, donde estamos celebrando una comida familiar, con la presencia incluída de mi abuela Cari, fallecida en la vida real y aparece reincorporada con nosotros, como si si muerte hubiera sido un tránsito efímero y extraño.

Al día siguiente acudo para hablar con de nuevo con la madre de Laura. Sigue allí, sentada, con la expresión llena de rencor contra mí. Me siento culpable, no sé como reconducir la situación.

jueves, 7 de junio de 2012

Sacando estrellas de mi cama; La puerta chirría (principios junio 2012)

En los primeros minutos, tengo las siguientes experiencias hipnagógicas (alucinaciones que ocurren en el cuarto en el tránsito hacia el sueño). La cama se vuelve voluble y mágica, y puedo extraer de ella todo tipo de cosas, con sólo imaginarlas: saco figuras de estrellas, cual pequeños juguetes minerales, y también una golosina líquida de fresa, que saboreo con deleite. Entonces alzo la vista para comprobar si hay algún visitante de dormitorio, como suele pasarme en estos casos. Primero atisbo un fogonazo blanco (afuera hay tormenta con rayos en la vida real) e inmediatamente después, la puerta de la habitación se abre con un largo chirrido terrorífico, mientras entra un rayo de luz. Sobresaltado, despierto.

El baño de las brujas (principios junio 2012)

Estoy en el vestuario de una piscina. Llego tarde para unirme a mis amigos, que me esperan ya dentro del agua. Me invade el tedio y la tristeza; dudo si desnudarme o no para ponerme el bañador. Apenas hay rincones de intimidad en el vestuario, y me siento observado por todos. Pasan por allí unas extrañas mujeres mayores. Llevan largas cabelleras blancas, y sus facciones son aguileñas, siniestras, con ojos morados. Llego a la convicción de que son brujas, aunque parecen trabajar como monjas o cuidadoras de un huerto cercano. Me acerco a sus terrenos y las veo bañándose en unos pozos construidos a ras del suelo. Cada bruja tiene su propio pozo-bañera, y se remoja a conciencia, con movimientos como de sirenas o anguilas. Me sorprenden sus melenas blancas: las veo emerger a la superficie como si fueran nenúfares venerables.


viernes, 1 de junio de 2012

Un dinosaurio sale de un lago en una iglesia (principios junio 2012)

 
Sueño peculiar, con pesadillas e imágenes curiosas. Estamos en una iglesia, para celebrar alguna festividad como la Pascua, y simultáneamente unas bodas de plata o de oro de nuestros amigos Anna y Agustí. En la entrada de la iglesia, donde había una rampa, se ha formado un lago, pequeño pero bastante hondo, que hay que bordear cuidadosamente para poder acceder al edificio. Me parece ver peces, pero en realidad son reflejos de palomas que menudean por allí. Voy entrando y saliendo de la iglesia para terminar de vestirme  y acicalarme y recoger cosas que olvido, como si tuviera mi casa muy cerca. Finalmente me pierdo la ceremonia y, cuando los novios salen de la iglesia para hacerse fotos, me sorprenden todavía vistiéndome, casi en calzoncillos, aunque no parece importarles y lo ven con benevolencia.

Más tarde, estoy aún en los alrededores del templo en compañía de mi hermana Anna y de otras personas cuando me vuelvo y veo una imagen sobrecogedora: a lo lejos, emerge del lago un gran dinosaurio, de rostro afilado y amenazante, como una suerte de monstruo del lago Ness. Me sorprende todavía más en tanto en cuanto creía que el lago se había ya secado. El monstruo nos mira fijamente y empieza a correr hacia nosotros. Todavía escépticos, no acabamos de creernos que sea un dinosaurio de verdad, y sospechamos que se trata de alguna persona disfrazada, pero aun así huimos, desconcertados. Aparecen también otros personajes terroríficos, como una mujer ensangrentada, que parece poseída o infectada por algún virus zombi. Sensación de pánico constante, me siento como atrapado en una película de terror.

Voy como voluntario a la escuela de mi infancia, llego tarde al trabajo; Veo a mi abuela en la mesa (finales mayo 2012)


1 Voy como voluntario para repartir alimentos a la escuela de mi infancia, donde vuelvo a ver a mi maestra Josefa, a penas envejecida, aunque ella parece no reconocerme. Enfrascado en las tareas solidarias, me olvido de ir al trabajo, hasta que me doy cuenta y salgo corriendo; con gran confusión, no sé si coger el tren o el autobús. Ya es de día, las 9 de la mañana aproximadamente, cuando debería estar trabajando ya a las 5 de la madrugada.
2 Vuelvo a soñar con mi abuela difunta. La veo aparecer en la mesa, como si nada, junto a mi abuelo. La señalo con sorpresa, y después con sollozos. Me ve mi hermano Ismael y parece entender mi sentimiento.

martes, 22 de mayo de 2012

Demonio de sombra (mediados mayo 2012)

Otra visita de dormitorio, nuevamente en los primeros minutos de sueño. Esta  vez alzo la vista y veo a una especie de demonio hecho de sombra, como un fantasma oscuro y con formas de cuernos sobre la cabeza, que se bambolea siniestramente hacia mí, susurrando mi nombre. Le alejo haciendo señales de cruz, y siento mi brazo ralentizado, aletargado; debo moverlo con gran esfuerzo. El demonio llega por mi derecha y casi se pega a mi cara, mientras, por la izquierda atisbo otro ser de sombra más pequeño y estático.

viernes, 18 de mayo de 2012

Catálogo de fenómenos oníricos

Querido Joan Pau:
Regreso después de una prolongada ausencia, por mi trabajo en la consulta de Gdansk. Observando su vasto material onírico, he podido determinar una serie de fenómenos subjetivos que ocurren en el sueño, colindantes con lo físico, lo psíquico y acaso lo paranormal, y casi siempre tienen lugar entre la vigilia y el sueño, o viceversa. A menudo estos fenómenos aparecen mezclados o trenzados:

1.     Parálisis del sueño. El más frecuente y el más cercano a lo estrictamente fisiológico. Sensación de inmovilidad total en el cuerpo, con los ojos cerrados, mientras la mente permanece despierta y quiere liberarse. Casi siempre se presiente antes de que ocurra, y a veces el sujeto sueña que pide ayuda a los demás, con gestos o ruidos. En ocasiones el soñador se libera a medias de la parálisis, y se arrastra débilmente, aletargado, aún con los ojos cerrados
2.    Subidas a la superficie. Vinculado a la parálisis del sueño, se tiene la vívida experiencia de estar en el fondo de un mar o una piscina, de la que se intenta salir desesperadamente, apenas con suficiente oxígeno para llegar al exterior.
3.      Encierro claustrofóbico. El soñador se siente dentro de un túnel tremendamente estrecho, o un nicho bajo tierra, del que no puede salir. Unido a una gran angustia, e intentos de liberarse por pequeñas salidas o angostas rendijas. A veces el sujeto espera a que la arquitectura circundante desaparezca por sí misma.
4.     Alucinaciones sonoras. (hipnopómpicas o hipnagógicas) A veces vividas tras la parálisis, irrumpen en los primeros minutos del sueño. Son frecuentes los estruendos súbitos, como de pataleos o gritos en el piso de arriba, que crean sobresalto; otras veces son conversaciones radiofónicas que se reconocen con extraordinaria claridad, como si el cerebro fuera un receptor, aunque no se recuerda ninguna palabra; también se experimentan susurros muy cercanos y muy habitualmente zumbidos repentinos en los oídos, como si se entrara en otra dimensión.
5.   Visitantes de dormitorio y asaltos. Seres que aparecen en el cuarto. Casi siempre son sombras o presencias presentidas, que pueden palpar o dar tirones al sujeto. Pueden ser temibles, y el soñador evita mirarlas, o bien cotidianas, como si se sintiera a un familiar que en realidad no está allí. Con frecuencia son asaltadores o ladrones. En esporádicas ocasiones son alucinaciones visuales muy claras: manos bajo la cama, niñas diabólicas, seres monstruosos, con los que a veces el soñador ha conseguido hablar.
6.     Falsos despertares. Tremendamente frecuente, uno imagina que se despierta y se levanta de la cama, y empieza a andar por la casa. A menudo se realizan varios ensayos o intentos antes de despertar realmente, con gran esfuerzo para acoplarse al cuerpo, y en ocasiones el soñador ya percibe de que se trata de un falso despertar, por lo liviano y difuso de la sensación.
7.     Autoexploración en el espejo. Periódicamente el sujeto sueña que se levanta (falso despertar) y suele dirigirse al baño para contemplarse en el espejo. El rostro aparece normalmente deformado o ensombrecido; a veces también infantilizado o borroso.
8.  Viajes astrales y desdoblamientos. (experiencias extracorporales) Poco frecuente, pero de gran intensidad. El soñador percibe cómo se desdobla de sí mismo, como si el alma saliera del cuerpo, éste último permaneciendo en la cama. En varias ocasiones, el soñador regresa a la cama para recoger el sueño inerte, palparlo y a veces llevarlo también ante el espejo.
9.    Vuelos. Sensación vívida de volar o bucear a través del aire, casi siempre dándose impulso. En algunos casos el sujeto se lanza por ventanas o balcones; en otras, asciende como un cohete, en búsqueda de espacios celestes y presencias divinas en lo más alto.
10.  Sueños lúcidos. El soñador es meridianamente consciente de que está soñando, y lo aprovecha para vagar lúdicamente, frecuentemente volando, por todo tipo de espacios y paisajes a menudo paradisíacos o muy amplios (el mar, montes nevados, bosques, percibidos a vista de pájaro).
11.  Búsqueda de la lucidez de los otros. Vinculado con el sueño lúcido o semilúcido, escena paradójica en la que el soñador se dirige a otras personas para convencerlas a ellas también de que se está viviendo una ficción.
12.  Viajes en el tiempo. El soñador se traslada a tiempos pasados, y se asombra positivamente al verse cuando era pequeño, mientras sus padres y abuelos aparecen rejuvenecidos, y aprovecha para investigar y preguntar las cosas que ocurrían en aquel momento.
13. Registro de las experiencias. Cada vez más habitual, el sujeto utiliza cámaras o grabadoras para registrar los sonidos o imágenes de sus sueños, para tener constancia de ellos al despertar, para conservar imágenes de gran belleza o bien para cerciorarse de si es sueño o realidad.
14.  Imágenes congeladas. Muy infrecuente pero curioso: relacionado con la parálisis, el soñador ve la imagen de una persona, un familiar, como si fuera un fotograma congelado o vibrante, cual una pantalla con la pausa puesta.

Dr. Andrzej Kieslowsky
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jueves, 17 de mayo de 2012

"Soy el que siempre ha estado aquí" (mediados mayo 2012)


Falso despertar durante los primeros minutos de sueño. Veo a un extraño hombre monstruoso sentado frente a mí. Permanece cabizbajo. Tiene una piel verde y rugosa. Parece que vigile mi sueño. Asustado, le pregunto quién es y me responde un enigmático: 

- Soy el que siempre ha estado aquí.

Entonces se levanta lentamente en dirección al baño. Insisto en hablarle y le pregunto si tiene propósitos malvados o que hacerme daño. Parece susurrar que no, con cierta desgana. Para comprobar si se trata de un sueño o una visita real, tengo conmigo una pequeña grabadora de cassettes con la que registro nuestras palabras. Rebobino el aparato y, para mi sobresalto, escucho la conversación. Sin embargo, al despertar no hay grabadora ni visitante.

domingo, 6 de mayo de 2012

Despistado en la radio, cuento que soy actor, improviso en el directo, distendido con compañeros de trabajo (principios 2012)



Dormido con mucha resaca, tengo sueños sobre el trabajo donde estoy inusualmente atolondrado y distendido. En la redacción, estoy charlando con mis compañeros sobre mi esporádica carrera como actor de cine (?) y de este modo olvido que debo entrar al estudio para locutar mi resumen de prensa diario, junto a mi compañero Sergi. Él parece frío y triste, y ha hecho un documento muy esquemático. Tomo notas a mano, muy rápidamente, y doy por sentado que deberé hacer todo la sección improvisada. Sin embargo, el presentador del programa, Jordi, me sorprende felicitándome por mi santo (incluso se levanta de la silla, para hacer el número). Se lo agradezco, pero entonces pienso que se ha equivocado, porque mi santo, creo recordar, es el 23 de junio, fecha que atribuyo erróneamente a las onomásticas de Pedro y Pablo (en realidad, mis santos son San Juan, el 24 de junio; y San Pablo, el 29 de junio). En este ambiente de despiste y laxitud, acabamos en una cocina de un piso, charlando aún, y me pregunto si nuestra conversación todavía estará sonando en el directo (en ese caso, estaríamos haciendo demasiados silencios; me desasosiega esta sensación permanente de la realidad que debe ser retransmitida). Toni, el técnico, me responde que no, que ahora hay otro programa en antena, y me tranquilizo. Más tarde estamos en casa de nuestra compañera de la radio Mari Joe. Se muestra muy afectuosa con todos nosotros y me cuenta que el otro día compró en el mercado “brocs” (sic), lo que parece una hortaliza o una especie de espárrago. Según ella, estos “brocs” tienen una excepcional sequedad y acidez que le gustan mucho, porque le “excitan”, y se pone a imitar cómicamente a unas señoras del mercado que hablaban en castellano. Después estamos en un coche, y Mari Joe va comentando las tiendas que vemos con Laia, otra compañera con quien parece tener una gran relación de amistad y familiaridad. Sergi sigue con nosotros y permanece triste y melancólico.

Intento grabar mis sueños (principios 2012)



Como en otras ocasiones, intento registrar lo que ocurre en mis sueños para después verlo al despertar. Esta vez, recurro a un pequeño aparato grabador, para que se guarden todos los sonidos y conversaciones. Estoy convencido y empeñado en que podré escucharlo todo después.

Vuelo sobre una gran torre barroca que contiene aceite; Discuto con mi padre sobre las celebraciones populares (principios mayo 2012)



1 Peculiares imágenes soñadas durante la mañana, en los últimos minutos del sueño. Estoy en una reunión familiar, algo aburrido, y decido saltar por el balcón y lanzarme al vuelo sobre una gran ciudad trufada de cúpulas, palacios e iglesias de todo tipo. Debo tomar mucho impulso para mantener el vuelo. Finalmente me poso sobre una gran torre barroca, de formas bulbosas, como una enorme botella esbelta de cerámica, que, para mi sorpresa, está toda llena de aceite en su interior, cual envase gigantesco. Me recuerda a las formas de la Plaza España de Sevilla. Ando a ciegas y apenas puedo verla, así que capto sus formas a través del tacto.

2 Estoy con mi padre en un acto popular, con motivo de una festividad. Empezamos a discutir sobre el origen y el sentido de las fiestas. Yo sostengo que el sentido último de las celebraciones se ha perdido por completo, y la gente sólo festeja su parte más superficial y folclórica.

Me hundo en una piscina e intento salir angustiosamente (principios mayo 2012)



Durante una siesta, siento un repentino ahogo y me visualizo a mí mismo, con gran claridad en la imagen, como si estuviera hundido en una piscina profundísima, intentando salir al exterior con gran angustia y apenas sin aire.

Exámenes fallidos (principios mayo 2012)



De nuevo, tengo el sueño recurrente de exámenes que aún debo hacer en la universidad. Como siempre, no lo llevo nada preparado, e intento hojear los libros unos minutos antes. Mi mente está completamente en blanco, siento una enorme pereza, mientras los demás parecen más activos y preparados.

Huyo de una película de terror (principios mayo 2012)



Estoy en compañía de Laura y de mis amigos, y vemos una peculiar versión de la película ‘Rec’ (zombis) donde los personajes somos nostros mismos, el grupo de amigos. Las escenas sangrientas, por su familiaridad y cercanía, me horrorizan de tal modo que debo ausentarme. Salgo a la calle para airearme, mientras ellos siguen viendo la película sin ninguna inquietud.

sábado, 28 de abril de 2012

Soy el Príncipe de España (finales abril 2012)


Sueño curioso, cuanto menos. Al parecer, la casa real española busca alguien para ocupar el lugar del Príncipe, que se ha esfumado por algún motivo, y deciden nombrarme a mi. Así que, de modo rápido e improvisado, me ponen el traje con el sombrero y la banda militar, y, algo vacilante, empiezo a desfilar por la calle ante el gentío. Durante todo el paseíllo me coloco la mano en la sien, al modo castrense,  falta de otros gestos protocolarios que desconozco. Multitudes de jóvenes y adolescentes se regocijan al verme y me hacen fotos, entre comentarios y risas. La sensación de poder y celebridad me llena de cierta euforia, a pesar de mi extrañeza.


martes, 24 de abril de 2012

Mi tío me apremia en un centro comercial, donde un pájaro se intenta suicidar (23-24 abril 2012)


Mi tío Josep me apremia para salir de un gran centro comercial, ya que tenemos prisa para llegar cierto lugar. Sin embargo, me veo tentado a perderme por los pasillos y me introduzco en una sección de lencería femenina, tras los pasos de unas jóvenes y dependientas que dicen “cucú” o cosas parecidas. Finalmente aparece mi tío, súbitamente envejecido con el pelo completamente blanco y con el semblante enojado. Voy con él y llegamos hasta la salida. En las puertas del centro comercial vemos una imagen extraña: un gran pájaro, del tamaño de un halcón, se da topetazos contra el cristal, como si quisiera sucidarse, hasta que cae abatido.


Mis hermanos pequeños son encarcelados (23-24 abril 2012)


Mis hermanos pequeños, Lluís y Alícia, van a la cárcel por unos delitos que no consigo dilucidar. Ellos se encogen de hombros o vacilan cuando les pregunto. Entro con ellos al recinto penitenciario, una especie de hotel o pensión con estancias más bien lóbregas, aunque soportables. Me pregunto si deberán pasar allí toda la vida. Debería sentirme apesadumbrado, pero no salgo de mi perplejidad, como si me negara a aceptar la situación.

Sueño que mi madre mutila a mi padre (mediados abril 2012)

Tremenda imagen onírica. Mi madre se dedica a mutilar a mi padre hasta que sólo queda de él la cabeza, y a duras penas una parte de los hombros y un brazo. Asisto al brutal suceso con turbación y tristeza, pero casi con una cierta naturalidad, como si fueran crímenes rutinarios.


domingo, 15 de abril de 2012

Cohetes en el cielo, playa con flores rotas, visita fallida al balneario (mediados abril 2012)


Sueños impregnados de una profunda tristeza y sensación de tedio.

Junto a mi amigo Jose, visito un complejo lúdico de piscinas y aguas termales de Andorra. Nos atiende en la taquilla una mujer encajonada entre paredes. Todo parece estar dentro de casillas, como si el edificio fuera un enorme rosco de abejas. Me piden la documentación y no recuerdo si la llevo encima; estoy despistado. Finamente la encuentro. 

Dejo a Jose con los trámites y me desplazo a una playa donde hay una multitud de gente, como esperando una sesión de fuegos artificiales No sé con quién sentarme, hasta que identifico a mis padres y me coloco junto a él. Está con otras personas, charlando distendidamente. Me siento solo, sin saber qué hacer. Le envío un mensaje a Jose para ver si ha terminado el papeleo en el balneario y me responde que se ha producido una avería en las puertas y están bloqueados.

Entonces, en la playa, ya ha anochecido y empiezan a aparecer en el cielo muchos cohetes. En principio son fuegos artificiales, pero temo que pueda tratarse de un inesperado ataque bélico. El escenario de angustia.

Más tarde, ya ha amanecido y vuelvo a bajar a la playa, por un largo camino estrecho que he recorrido muchas veces y conozco al dedillo. Intento buscar una imagen, una experiencia, algo que me remueva y me libere de mi tristeza paralizante. Pero la playa parece desolada. Frente a las pequeñas olas apenas asoman unas flores rotas, de pétalos blancos y centro amarillo. Están deshojadas y sucias.


sábado, 7 de abril de 2012

Película de vampiros y pantallas en el lavabo (principios abril 2012)


Estoy en el cine con Laura, viendo una película de vampiros protagonizada por Sigourney Weaver. Los infectados se muerden unos a otros, como en la reciente ‘Rec 3’, dando pie a escenas sangrientas y desagradables. Un personaje de la historia, entrañable aliado de los protagonistas, queda mutilado junto a un puente de piedra, como a la espera de ser resucitado. A media película voy al lavabo. Allí han colocado pequeñas pantallas donde se lee “en directo”, para poder seguir el largometraje mientras uno hace sus necesidades. Voy viendo las imágenes. Regreso a la sala, y, más tarde, a media película, emiten tres largos tráilers sobre otros próximos títulos del género. En uno de ellos se ve a Jack Nicholson, en una pose siniestra, junto a otros dos personajes, y hablando en catalán en versión original, como si fuera su lengua materna, y con su característica gravedad.

Aguas azules en Mallorca (principios abril 2012)


Estamos en Mallorca, cerca de la playa. Hace un hermoso día veraniego. Veo una franja de aguas azuladas, pero me advierten de que no es el mar, sino una piscina.

miércoles, 4 de abril de 2012

Asalto en casa y espray anal (finales marzo 2012)


Pesadilla inquietantemente real durante los primeros minutos de sueño. Unos ladrones asaltan mi casa y empiezan a abrir puertas y hacer ruidos por doquier. Uno de ellos entra en mi cuarto y dice que "sí", que estoy dormido -aunque finjo estarlo- así que se acercan a mí y empiezan a suministrarme un extraño espray por el ano, como si quisieran dejarme drogado o narcotizado. Siento mucho miedo.


martes, 3 de abril de 2012

Un satélite provoca un tsunami en Madrid; Astérix y Núria Feliu en Barcelona (2-3 abril 2012)



1 satélite y tsunami Ando con Laura por calles de Madrid. De repente, veo un satélite artificial, de tamaño mediano, cayendo del cielo. El satélite se acerca peligrosamente a una zona acuática, una playa o piscina, donde juega un niño pequeño, y finalmente ocurre la tragedia. El artefacto impacta sobre el niño y se levanta una ola gigantesca. Cunde el pánico. Aún sobrecogido por la inocente víctima, cojo a Laura de la mano y salimos huyendo del tsunami, por una avenida ascendiente. Más tarde nos refugiamos en nuestro apartamento o habitación de hotel, que consiste en una altísima litera inestable.

2 astérix y núria feliu en sants Son altas horas de la madrugada, apenas despunta la primera luz. Junto a mi padre y mi hermano Lluís, recorro las calles de un imaginario barrio de Sants de Barcelona. Pasamos por una librería, donde nos interesamos por lo que parece el último cómic de Astérix, donde se compara irónicamente al héroe galo con personajes históricos como Jesucristo, en grandes ilustraciones en primer plano. En otro lugar venden muñequitos de la cantante Núria Feliu, con una enorme mata de cabello con laca, cual souvenir freaky del barrio.

domingo, 1 de abril de 2012

El castillo flotante: aguas, sirenas y piedras de colores (1 abril 2012)


Maravillosas visiones e imágenes.

En compañía de amigos y familiares, visito un gran castillo, lujoso y antiguo, como flotante en medio de las aguas, con una altísima torre presidiendo el conjunto, parecida al Belfort o campanario de Brujas. La fortaleza tiene tres partes o estadios. En la primera, antes de entrar, hay un foso o laguna natural donde el agua es fría, cristalina y henchida de colores palpitantes, por las piedras, conchas y caracolas que bullen bajo su superficie. 

El segundo estadio son las aguas que hay en el interior del castillo, ya que parece estar medio hundido. Allí predomina la penumbra y el misterio; es como explorar un gran crucero o galeón hundido. 

Y para acceder al tercer estadio hay que coger una barca y cruzar un canal interno, bajo un arco que nos da la bienvenida. Subo a una de estas barcas con mi padre, mientras el resto de gente del grupo hace lo propio y va embarcando. Las barcas rodean la fortaleza y llegan hasta el otro lado o fachada, donde se extiende el lago más grande y esplendoroso, esta vez de aguas cálidas, como termales. Por ejemplo, de repente, el paisaje empieza a vestirse de distintas luces y cromatismos. Oscurece, y, todo el castillo, con su gran torre central y dos torres flanqueándolo, se ilumina con un fulgor blanco, perlino o plateado. La imagen me sobrecoge.

Por las aguas del castillo también menudean seres fantásticos, como bellas sirenas a las que de vez en cuando encuentro en mi buceo lúdico y explorador. 

Más tarde, vuelvo al primer estadio para hacer de nuevo el recorrido, esta vez en solitario y sin barca, únicamente a nado. Entro en las aguas oscuras del castillo y descubro unas pequeñas estancias y cuevas donde entran los rayos del sol e iluminan piedras de colores de una intensidad maravillosa, que aún recuerdo al despertar: una gran piedra alargada y redondeada, como de río, de un rojo rutilante; otra también roja, de silueta más cuadrada y chata, con gradaciones de color como una concha, u otras de colores más azulados. A través de una rendija o ventana también se ven tonalidades rojizas y carmesíes muy intensas, y lo asocio a una mujer. 

Recojo algunas de las piedras para atesorarlas y mostrarlas a los demás, incluso con la remota esperanza de conservarlas al despertar, ya que soy consciente de que estoy soñando. Regreso a la orilla de la entrada y dejo los prodigiosos minerales sobre la playa.