sábado, 18 de agosto de 2012

Mi madre, gravemente enferma (mediados agosto 2012)

Mi madre está muy enferma pero no logro saber de qué. La sigo hasta el hospital, donde la ingresan y le hacen numerosas pruebas relacionadas con el cáncer. Ella está muy desasosegada. Finalmente accede al documento donde figura su diagnóstico y el tratamiento que debe seguir. "No me lo puedo creer" -exclama desolada-, "no necesitaré operaciones pero sí un tratamiento estricto cada noche que me impedirá dormir". Mi madre está al borde del llanto, mientras yo me debato entre el alivio y la profunda consternación.


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