miércoles, 9 de mayo de 2007

Vuelvo a casa en bicicleta (enero 2006)

Me voy de viaje solo. Voy visitando varias ciudades sin bajar del coche. Se trata de un vehículo descapotado; me permite una visión nítida del exterior. Fluye casi automáticamente, de modo que no tengo que conducir. Vuelvo a casa en bicicleta y vestido sólo con un bañador. Paso por la plaza Espanya de Barcelona: veo las dos torres venecianas y el Palau Nacional.

Para no perderme, me apego a la costa y voy siguiendo la línea de la playa. Aparco la bicicleta en el puerto de Port Ginesta, en Sitges. Bajo a la arena y descubro un gran espectáculo: grandes olas, peces y delfines saltando, rocas de todos los colores brillando bajo la luz del sol. Pregunto a un bañista si me falta mucho para llegar a mi casa, a Sant Boi. Me responde, con cierta arrogancia: “Unas tres horas”. Vuelvo a subir a la bicileta y prosigo mi recorrido. Veo el perfil de Sant Boi en lontananza: la montaña de Sant Ramon, la colina del castillo, la iglesia de Sant Baldiri.

No hay comentarios: