lunes, 14 de mayo de 2007

La tierra en ebullición (octubre 2006)

Estamos de excursión en la montaña. Atardece. De repente se declara fuego. Primero las llamas parecen lejanas, pero observo bajo nuestros pies, en una colina, cómo el incendio se nos acerca y doy la alerta a todo el mundo. Me asusto y empiezo a vaciar mi equipaje para salvar los objetos más útiles. Amontono toalles y me las llevo, porque me servirán para apagar las llamas. Huimos de aquel paraje, pero en nuestro camino siguen brotano llamas, pequeños fuegos como géisers. En algunos tramos la tierra se calienta y humea, como si guardase fuego subterráneo. En la huída, mis padres parecen más serenos que yo.

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