Brilla un sol radiante, Camino por la playa, con el agua hasta los tobillos. Me acompaña mi amiga Susana. A cada paso voy perdiendo objetos: el dinero, la cámara... Mi compañera me riñe enérgicamente. Hemos de volver de nuestro viaje y no paro de perderlo todo, tengo que irlo recogiendo, soy incapaz de controlar la situación. Ando torcido y medio dormido, como si estuviese drogado. Esa misma noche, en la vida real, contraigo un fuerte virus gripal.
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