Estoy tumbado sobre una hamaca y contemplo, a unos cincuenta metros de altura, un pequeño satélite en forma de megáfono o de lámpara de mesa, dando vueltas y vueltas en aparente señal de normalidad. De repente el objeto pierde la estabilidad y se precipita contra el suelo. La caída del satélite parece presagiar extraños acontecimientos. Salgo fuera de la finca y veo unos enormes águilas volando a ras del suelo. Tienen unas cabezas muy pronunciadas y un plumaje encrespado. Me persiguen y huyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario