Mi madre, uno de mis hermanos y yo navegamos en una barca, en el puerto de Barcelona. Zalpamos y nos ponemos rumbo a Tarragona. Por el camino vemos las costas del Garraf, con aspecto lejano y miniaturizado. Llegamos a nuestro destino y nos acercamos a unos acantilados en la playa. Allí vamos arrancando unos frutos amarillos, como pequeños limones, del tamaño de garbanzos. Las bolitas nacen rodeadas de pájaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario