Pesadilla inquietantemente real durante los
primeros minutos de sueño. Unos ladrones asaltan mi casa y empiezan a abrir
puertas y hacer ruidos por doquier. Uno de ellos entra en mi cuarto y dice que
"sí", que estoy dormido -aunque finjo estarlo- así que se acercan a
mí y empiezan a suministrarme un extraño espray por el ano, como si quisieran
dejarme drogado o narcotizado. Siento mucho miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario