1 rescato a un bebé parlanchín Estoy
en un centro comercial. De repente oigo un suave llanto o murmullo. Miro hacia
un lado y otro hasta que veo un bebé abandonado, colgado entre unos hierros en
la fachada exterior del edificio. Puedo verle desde dentro, a través de un gran
ventanal transparente. Me compadezco profundamente de la criatura y resuelvo
cogerlo conmigo para cuidarlo. Empiezo a sacarlo de allí con la ayuda de mi
hermano Lluís (el día antes, en la vida real, me había parado frente a un escaparate cerrado del centro comercial Alcampo de Sant Boi, donde maullaba un gato).
Una vez con nosotros, observo que el bebé
es un niño más grande, e incluso farfulla frases, hablando con todo el mundo.
Es de origen suramericano, y cuenta a todo el mundo su triste historia, desde
la procedencia de una familia mísera hasta el abandono que sufrió. La gente lo
escucha con incredulidad, hasta que yo mismo termino dudando de sus relatos.
2 pierdo la maleta en barcelona Paseo
por el barrio de Gràcia de Barcelona para matar el tiempo antes de una cita a
la que debo acudir con mis padres. Entro en un bar argentino con mucho renombre,
donde me atienden con gran amabilidad, y pregunto el precio de un helado de
limón. Vale más de 30 euros, así que decido irme porque no puedo pagarlo. Más
tarde me doy cuenta que me he dejado mi maleta en algún sitio. Empiezo a
recorrer las calles y locales donde he estado, hasta que doy con ella con gran
alivio. Me voy a casa de mis padres, que afortunadamente aún no se han ido.
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