1 los monstruos de la uralita Estoy en casa de mis padres, frente a una ventana, cuando, de repente, vemos pasar un enorme lagarto a la caza de unos gatos. El monstruo, de fauces largas y dentadas cual dinosaurio, y con un cuerpo viscoso como de gran lapa verdosa, ha salido de una tubería e irrumpe fugaz con un realismo estremecedor, correteando por un tejado de uralita. Más tarde llevo al baño a mis primas Clàudia y Laia para que se laven la cara, y, una vez allí, a través de la ventana, vemos de nuevo a otro lagarto pasando veloz y también persiguiendo a alguna criatura menor. Las imágenes me aterrorizan y me fascinan a la vez.
2 rodando con woody allen Viajo con mi familia a Ginebra. Mis padres recuerdan entonces que Woody Allen me contrató cuando era pequeño como actor o figurante para una película ambientada en la ciudad suiza. Yo no lo sabía o no lo recordaba, y la idea me enorgullece. Veo toda la panorámica de Ginebra, con muchas iglesias barrocas alzando sus campanarios y sus fachadas de color mármol alzándose entre la urbe, y pido que no nos vayamos sin hacer turismo, aunque sea al día siguiente.
3 mi abuela revive triste Otra vez sueño que mi abuela vuelve a vivir. Está entre nosotros con toda
normalidad, aunque con el semblante grave y entristecido, después de una muerte
efímera que ha logrado superar. Parece que se sienta culpable, o que esté resentida por haber sido forzada a vivir de nuevo.
4 casa flotante Estoy en casa de mis padres. Nos sentamos alrededor de la mesa. De repente, la casa parece desgajarse y empieza a flotar como un barco; mi padre está conduciéndola como un coche, hasta aparcarla en la calle Francesc Macià de Sant Boi, nuestra ciudad. Algo sobresaltado, le digo ¡no!, aunque él me reprende y prosigue con su maniobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario