Otra visita de dormitorio, nuevamente en los primeros minutos de sueño. Esta vez alzo la vista y veo a una especie de demonio hecho de sombra, como un fantasma oscuro y con formas de cuernos sobre la cabeza, que se bambolea siniestramente hacia mí, susurrando mi nombre. Le alejo haciendo señales de cruz, y siento mi brazo ralentizado, aletargado; debo moverlo con gran esfuerzo. El demonio llega por mi derecha y casi se pega a mi cara, mientras, por la izquierda atisbo otro ser de sombra más pequeño y estático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario