Bajo por una escalera de vecinos. Está oscuro, parece de noche. En un rellano veo un perro de aspecto algo amenazante. Me asusta y cambio de recorrido, tomando otra escalera (hay más de una), de manera que llego por error a otro piso que no es el mío. Enseguida me doy cuenta, cuando veo a una anciana desconocida durmiendo en un sofá. Me apresuro para coger algunos objetos personales y me marcho rápidamente, temiendo que me descubren y se líe un gran alboroto.
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