viernes, 23 de mayo de 2008

Sin diente, a la universidad y el golpe militar

1 Es de noche. Voy de camino a mi casa y me cruzo con una manifestación donde gritan "¡asesinos!". Veo un niño desgañitándose y le doy una colleja por su impertinencia. Al llegar a casa me palpo los dientes: todos están algo desencajados y, finalmente, un colmillo cede. Me lo arranco lentamente y lo tomo en la mano: es largo y grande, como una estalactita.

A todo esto me encuentro a José Luis y Sara, que me convencen para ir de excursión. Subimos a una colina y desde allí vemos la iglesia de Sant Baldiri de Sant Boi, con aspecto de juguete. Lanzo una piedra contra el campanario y, efectivamente, nos damos cuenta que la iglesia no es más que una maqueta de plástico muy cercana a nosotros. Desde la colina también vemos unas arcadas de piedra lejanas parecidas a las del Park Güell de Gaudí en Barcelona.

2 De nuevo sueño que tengo que volver a la universidad. Me acuesto antes del primer día de curso. Solamente me queda un crédito o dos.

3 Estoy con mi familia en un parque. De repente unos militares empiezan a gritar y a pegar tiros. Obligan a todos los civiles a retirarse hacia un sitio concreto. Nos vamos corriendo; entramos por un pasillo como de castillo en ruinas y salimos a toda prisa. Una vez fuera descubrimos que falta mi hermana Cristina. Cunde el pánico. Me vuelvo a meter entre el tumulto y finalmente aparecen mis hermanas Alícia y Cristina, más pequeñas (como si aún tuvieran 5 y 8 años, aproximadamente), sanas y salvas.

No hay comentarios: