Parálisis del sueño, de nuevo durante una siesta, aún más prolongada y angustiante que la de hace tres meses. Esta vez estoy en el sofá y, como en las ocasiones anteriores, cada vez que intento salir del sueño, con arduo esfuerzo, sólo produzco varios falsos despertares, en los que me levanto e intento pedir ayuda a media voz.
En esta ocasión lo más desasosegante es que puedo oír la conversación de mis familiares durante toda la parálisis, e incluso oigo la puerta cuando alguien viene. Además, está vez las fantasías de levantarme para pedir ayuda extremadamente reales: me erijo, aún con los ojos cerrados y con un hilo de voz, y ando casi a ciegas, como un muerto viviente. Desagradable sensación de estar dormido y despierto, vivo e inerte al mismo tiempo. Finalmente consigo despertar, como fortuitamente, al relajar mis desesperados esfuerzos. Mi estado es muy débil: tengo varios mareos al levantarme y hormigueos por todo el cuerpo.
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