miércoles, 24 de septiembre de 2014

Hago una máscara a mi abuela muerta (mediados septiembre 2014)

Me encuentro ante el cuerpo sin vida de mi abuela Cari -fallecida en la vida real hace cuatro años-, en casa de mis padres. No se trata de una visión tétrica o terrible; el cuerpo está allí con una cierta naturalidad provisional, como si se hallara a la espera de ser retirado, en un tiempo aún sin concretar. Viendo la progresiva decadencia del cuerpo, decido manufacturar una máscara que reproduzca fielmente las facciones y el aspecto físico que tenía cuando vivía. Pienso que de este modo agradaré a mi familia, que gozará de una imagen bella y restaurada de mi abuela. La artesanía parece empezar bien, pero cuando intento encajar la máscara, percibo con horror que sus tejidos están ya demasiado descompuestos -incluso verdean- y mi obra resulta un fiasco ante el que no puedo reprimir las lágrimas de decepción.

No hay comentarios: