viernes, 18 de mayo de 2012

Catálogo de fenómenos oníricos

Querido Joan Pau:
Regreso después de una prolongada ausencia, por mi trabajo en la consulta de Gdansk. Observando su vasto material onírico, he podido determinar una serie de fenómenos subjetivos que ocurren en el sueño, colindantes con lo físico, lo psíquico y acaso lo paranormal, y casi siempre tienen lugar entre la vigilia y el sueño, o viceversa. A menudo estos fenómenos aparecen mezclados o trenzados:

1.     Parálisis del sueño. El más frecuente y el más cercano a lo estrictamente fisiológico. Sensación de inmovilidad total en el cuerpo, con los ojos cerrados, mientras la mente permanece despierta y quiere liberarse. Casi siempre se presiente antes de que ocurra, y a veces el sujeto sueña que pide ayuda a los demás, con gestos o ruidos. En ocasiones el soñador se libera a medias de la parálisis, y se arrastra débilmente, aletargado, aún con los ojos cerrados
2.    Subidas a la superficie. Vinculado a la parálisis del sueño, se tiene la vívida experiencia de estar en el fondo de un mar o una piscina, de la que se intenta salir desesperadamente, apenas con suficiente oxígeno para llegar al exterior.
3.      Encierro claustrofóbico. El soñador se siente dentro de un túnel tremendamente estrecho, o un nicho bajo tierra, del que no puede salir. Unido a una gran angustia, e intentos de liberarse por pequeñas salidas o angostas rendijas. A veces el sujeto espera a que la arquitectura circundante desaparezca por sí misma.
4.     Alucinaciones sonoras. (hipnopómpicas o hipnagógicas) A veces vividas tras la parálisis, irrumpen en los primeros minutos del sueño. Son frecuentes los estruendos súbitos, como de pataleos o gritos en el piso de arriba, que crean sobresalto; otras veces son conversaciones radiofónicas que se reconocen con extraordinaria claridad, como si el cerebro fuera un receptor, aunque no se recuerda ninguna palabra; también se experimentan susurros muy cercanos y muy habitualmente zumbidos repentinos en los oídos, como si se entrara en otra dimensión.
5.   Visitantes de dormitorio y asaltos. Seres que aparecen en el cuarto. Casi siempre son sombras o presencias presentidas, que pueden palpar o dar tirones al sujeto. Pueden ser temibles, y el soñador evita mirarlas, o bien cotidianas, como si se sintiera a un familiar que en realidad no está allí. Con frecuencia son asaltadores o ladrones. En esporádicas ocasiones son alucinaciones visuales muy claras: manos bajo la cama, niñas diabólicas, seres monstruosos, con los que a veces el soñador ha conseguido hablar.
6.     Falsos despertares. Tremendamente frecuente, uno imagina que se despierta y se levanta de la cama, y empieza a andar por la casa. A menudo se realizan varios ensayos o intentos antes de despertar realmente, con gran esfuerzo para acoplarse al cuerpo, y en ocasiones el soñador ya percibe de que se trata de un falso despertar, por lo liviano y difuso de la sensación.
7.     Autoexploración en el espejo. Periódicamente el sujeto sueña que se levanta (falso despertar) y suele dirigirse al baño para contemplarse en el espejo. El rostro aparece normalmente deformado o ensombrecido; a veces también infantilizado o borroso.
8.  Viajes astrales y desdoblamientos. (experiencias extracorporales) Poco frecuente, pero de gran intensidad. El soñador percibe cómo se desdobla de sí mismo, como si el alma saliera del cuerpo, éste último permaneciendo en la cama. En varias ocasiones, el soñador regresa a la cama para recoger el sueño inerte, palparlo y a veces llevarlo también ante el espejo.
9.    Vuelos. Sensación vívida de volar o bucear a través del aire, casi siempre dándose impulso. En algunos casos el sujeto se lanza por ventanas o balcones; en otras, asciende como un cohete, en búsqueda de espacios celestes y presencias divinas en lo más alto.
10.  Sueños lúcidos. El soñador es meridianamente consciente de que está soñando, y lo aprovecha para vagar lúdicamente, frecuentemente volando, por todo tipo de espacios y paisajes a menudo paradisíacos o muy amplios (el mar, montes nevados, bosques, percibidos a vista de pájaro).
11.  Búsqueda de la lucidez de los otros. Vinculado con el sueño lúcido o semilúcido, escena paradójica en la que el soñador se dirige a otras personas para convencerlas a ellas también de que se está viviendo una ficción.
12.  Viajes en el tiempo. El soñador se traslada a tiempos pasados, y se asombra positivamente al verse cuando era pequeño, mientras sus padres y abuelos aparecen rejuvenecidos, y aprovecha para investigar y preguntar las cosas que ocurrían en aquel momento.
13. Registro de las experiencias. Cada vez más habitual, el sujeto utiliza cámaras o grabadoras para registrar los sonidos o imágenes de sus sueños, para tener constancia de ellos al despertar, para conservar imágenes de gran belleza o bien para cerciorarse de si es sueño o realidad.
14.  Imágenes congeladas. Muy infrecuente pero curioso: relacionado con la parálisis, el soñador ve la imagen de una persona, un familiar, como si fuera un fotograma congelado o vibrante, cual una pantalla con la pausa puesta.

Dr. Andrzej Kieslowsky
Calle Starowiejska 16 2º piso
00-459 Gdansk
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1 comentario:

Anónimo dijo...

me podrías explicar mas de Visitantes de dormitorio y asaltos.