martes, 29 de julio de 2014

Pastorets como un coro griego (finales julio 2014)

Asisto a la representación de la obra navideña 'Els Pastorets' tras haber dejado de dirigirla -en la vida real-. El primer acto me asombra. Una serie de personajes están situados en semicírculo, como una especie de coro griego, y los parlamentos se van sucediendo de uno a otro con el correspondiente juego de iluminación. 

En el extremo izquierdo se encuentra una representación del origen de la vida, una Venus vestida de blanco interpretada por la cantante Shakira. Y en el extremo derecho están las fuerzas del mal: por un lado el diablo, interpretado por mi tío abuelo Ferran, y a su lado, a la derecha, un personaje oscuro que interpreta genéricamente el Infierno.

El ángel-Venus encarnado por Shakira entona una primera intervención a favor del bien, y a continuación los focos se sitúan sobre el diablo, que habla con una voz ronca y reverberante, verdaderamente intimidatoria, asomando cara y mentón en gesto amenazante. Al parecer, el diablo acepta cierta prueba o intercambio propuesta por los ángeles, y esto enfurece al Infierno, que lo sacude repentinamente acusándolo de "calzonazos". 

Viéndolo esta vez como espectador, me parece una idea muy original esta separación entre el diablo y el infierno, entre el personaje y el ente abstracto. En general, toda la puesta en escena de este primer acto me gusta mucho, y siento cierta envidia porque no se me hubiera ocurrido a mí antes.

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