Durante una siesta, experimento una de mis frecuentes parálisis del sueño. Entre la vigilia y el sueño, oigo llegar a a casa a mi tía Daisy y a mi prima Laia (que ahora tiene 1 año y medio). Oníricamente, miro hacia la pared y veo a Laia en una imagen congelada, trepando como una araña.
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