Viajo en coche con mi hermana Cristina. Conduce mi abuela Mercè –aunque en realidad no sabe-. Llegamos a Montserrat al atardecer y vemos todo el macizo impregnado de luz rojiza. Bajamos del coche y nos encontramos con nuestros abuelos Eudald y Cristino. Empezamos a subir la montaña y vemos decenas de familias pobres, sobre todo niños negros. Mi abuelo Eudald se apiada de ellos y decide fotografiarse con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario