sábado, 26 de julio de 2008

Las manos deformes (25-26 julio 2008)


Se celebra una fiesta en una gran mansión. Los protagonistas son un hombre y una mujer, que bailan sonrientes. Ella es la actriz catalana Margarida Minguillon. Las mesas están llenas de manjares expresamente extraños y aberrantes, como zumo de queso o, por ejemplo, canapés de cola de ardilla*. La gente parece probarlo todo con gusto.

*Ejemplo ilustrativo pero inventado.

Más tarde salimos al exterior de la mansión, donde se extiende un larguísimo jardín, descuidado y atravesado por vías de tren. Doy la vuelta a todo el recinto junto a Laura. En otra ocasión paseo por el jardín con mi madre y mis hermanos pequeños. De repente, alguien sufre un percance. Ha tocado alguna planta venenosa o algún animal y las manos se le han deformado y agarrotado. Además, las uñas le han crecido y se le han vuelto de color verde. Intento evitar que nadie más se infecte, pero mi madre y mis hermanos acaban rozando aquello y ven sus manos agarrotadas, cada uno con las uñas de diferente color. El único que queda sano es mi hermano Lluís, porque en ese momento decido despertar.

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