Más tarde, en ese estado entre la vigilia y el sueño, oigo en la televisión real (programa 'La noria') que "van a dar una sorpresa" a un invitado. Fabulo entonces que estamos en una gran platea, y que un maestro de ceremonias anuncia la susodicha sorpresa, que no es otra que la llegada inminente de la reina Sofía. En mi sueño, yo soy uno de los yernos de Su Majestad. Finalmente llega Doña Sofía, pero lo hace de un modo insólito: en miniatura, dentro de un bote de plástico tapado, donde se lee algo así como "Jefatura de estado portátil". Caigo entonces en la cuenta de que voy en sandalias, y para mejor responder a la solemnidad del momento, me pongo apresuradamente unos zapatos negros, sin calcetines.
domingo, 18 de septiembre de 2011
No puedo abrir un ojo; Llega la Reina dentro de un bote de plástico (17 septiembre 2011)
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