En la realidad, me suena la alarma a las 3.30 de la madrugada. Entonces me adormezco y sueño que ya son ¡las 6.30!. Además, buscando el teléfono sólo encuentro mi aparato antiguo, con una pantalla y unos números que no consigo descifrar. Sufro porque llegaré tarde al trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario