Soñado en una noche de insomnio y desvelos constantes. Me regalan un canario y lo retengo en la mano mientras voy buscando una jaula. El pájaro no deja de morderme con su pico. No aparece ninguna jaula; sólo encuentro redes, demasiado anchas para apresarlo. Pido ayuda a mis amigos y hermanos, pero me dan largas. Suelto al canario dentro de un cuarto para que deje de morderme y me apresuro a cerrar las ventanas para que no huya. Finalmente me veo obligado a deshacerme del animal, y aparezco con una magulladura en la mano.
martes, 25 de noviembre de 2008
El canario mordedor
Soñado en una noche de insomnio y desvelos constantes. Me regalan un canario y lo retengo en la mano mientras voy buscando una jaula. El pájaro no deja de morderme con su pico. No aparece ninguna jaula; sólo encuentro redes, demasiado anchas para apresarlo. Pido ayuda a mis amigos y hermanos, pero me dan largas. Suelto al canario dentro de un cuarto para que deje de morderme y me apresuro a cerrar las ventanas para que no huya. Finalmente me veo obligado a deshacerme del animal, y aparezco con una magulladura en la mano.
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