Estoy en el ayuntamiento de Barcelona cubriendo una rueda de prensa. Por algún extraño mecanismo, las declaraciones o cortes de voz se han convertido en líquidos, guardados y etiquetados en una estantería. De modo que, en vez de usar el micrófono, cojo cuidadosamente el líquido que me interesa para mi noticia y lo voy extrayendo. De repente, entran en las dependencias del consistorio unos asaltadores enloquecidos: entran corriendo, gesticulando, con el rostro desencajado y chillando. La irrupción me provoca un escalofrío, pero los extraños invasores enseguida se van, con su torcida expresión.
domingo, 1 de agosto de 2010
Líquidos y asaltadores en el ayuntamiento de Barcelona (21-22 julio 2010)
Estoy en el ayuntamiento de Barcelona cubriendo una rueda de prensa. Por algún extraño mecanismo, las declaraciones o cortes de voz se han convertido en líquidos, guardados y etiquetados en una estantería. De modo que, en vez de usar el micrófono, cojo cuidadosamente el líquido que me interesa para mi noticia y lo voy extrayendo. De repente, entran en las dependencias del consistorio unos asaltadores enloquecidos: entran corriendo, gesticulando, con el rostro desencajado y chillando. La irrupción me provoca un escalofrío, pero los extraños invasores enseguida se van, con su torcida expresión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario