Estoy con mis amigos cerca de una piscina y, de modo impulsivo y lúdico, me lanzo al agua. Enseguida me doy cuenta de que tiene una profundidad mucho mayor de lo que yo calculaba (quizá unos 10 metros), así que intento subir a la superficie a toda prisa, agobiado por la falta de aire y esperando que todo acabe en un susto.
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